La caza por parte de las autoridades francesas de un motorista circulando a una velocidad de 253 km/h ya es carne de noticia, la historia se pone todavía más escabrosa si además, como es el caso, lo hace en zona de 90 km/h y bajo la influencia de la marihuana.
Esto es lo que ha ocurrido en el país vecino, donde la Gendarmería se encontraba a un hombre de 36 años a lomos de una motocicleta Kawasaki que, en contra de lo que dicta la ley francesa, tenía una potencia de 175 CV, lo cual se considera ilegal puesto que existe un límite de 100 CV para este tipo de vehículos.
Según las informaciones sobre el caso, el motorista había tenido un grave accidente de moto diez años atrás que le provocó quemaduras en un 80% de su cuerpo y además acaba de de tener un hijo hace apenas un mes, aunque ninguna de las dos razones le han disuadido de circular de forma temeraria en una motocicleta que la ley no permite tener.
El protagonista aseguró en su defensa que las motos están en su sangre y quiso sentirse bien pero no se percató de lo rápido que circulaba tras los 400 metros en los que aceleró. Sobre la marihuana, el abogado del acusado comentó que ocasionalmente su cliente la fumaba para calmar sus dolores.
La policía francesa confiscó la moto en el momento e impuso una multa de 600 euros y una pena de cuatro meses de prisión al motorista en cuestión, a quien también le han revocado la licencia de conducir durante 18 meses.
Esto es lo que ha ocurrido en el país vecino, donde la Gendarmería se encontraba a un hombre de 36 años a lomos de una motocicleta Kawasaki que, en contra de lo que dicta la ley francesa, tenía una potencia de 175 CV, lo cual se considera ilegal puesto que existe un límite de 100 CV para este tipo de vehículos.
Según las informaciones sobre el caso, el motorista había tenido un grave accidente de moto diez años atrás que le provocó quemaduras en un 80% de su cuerpo y además acaba de de tener un hijo hace apenas un mes, aunque ninguna de las dos razones le han disuadido de circular de forma temeraria en una motocicleta que la ley no permite tener.
El protagonista aseguró en su defensa que las motos están en su sangre y quiso sentirse bien pero no se percató de lo rápido que circulaba tras los 400 metros en los que aceleró. Sobre la marihuana, el abogado del acusado comentó que ocasionalmente su cliente la fumaba para calmar sus dolores.
La policía francesa confiscó la moto en el momento e impuso una multa de 600 euros y una pena de cuatro meses de prisión al motorista en cuestión, a quien también le han revocado la licencia de conducir durante 18 meses.
