Después de la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos europeos no andaban precisamente sobrados de presupuestos, así que tuvieron buscar soluciones creativas a la hora de equipar a sus tropas. El más sorprendente e imaginativo es el caso del Ejército francés, que diseñó un modelo de scooter equipado con un cañón de 75 mm preparado para actuar como artillería ligera en el campo de batalla.
Según algunos expertos, los franceses llegaron a fabricar hasta 800 de estas vespas “de combate”, especialmente pensadas para su uso en misiones aerotransportadas. La idea, como podéis ver en las fotografías de más abajo, era lanzar las vespas en paracaídas, de manera que los soldados pudieran montarlas en tierra y salir “a escape” en busca del enemigo. Con los años, la escena parece más propia de Gila que de una guerra de verdad.
Según algunos expertos, los franceses llegaron a fabricar hasta 800 de estas vespas “de combate”, especialmente pensadas para su uso en misiones aerotransportadas. La idea, como podéis ver en las fotografías de más abajo, era lanzar las vespas en paracaídas, de manera que los soldados pudieran montarlas en tierra y salir “a escape” en busca del enemigo. Con los años, la escena parece más propia de Gila que de una guerra de verdad.