Un poco tarde, pero he tenido un par de días movidos, entre trabajo y reuniones.
Esto lo pondré también en el exilio motero, para el amigo Zanarkand y demás.
El día empezó fresquito en Mataró, con siete moteros fantásticos, simpáticos y preparados para todo lo que nos esperaba ese día.
A las 08:25 +/- salimos por la C-60 dirección La Roca. Primera incidéncia, dos o tres coches colisionan no muy lejos de nosotros, y eso que no había tráfico en exceso, supongo que velocidad, más falta de distancia de seguridad. La carretera sembrada de trozos de expoiler, neumático, etc. Seguimos sin incidéncias hacia Sant Celoni, bordeamos el Montseny, y seguimos provincia de Girona. Desayuno en cuatre carreteras, al lado de Seva. Allí se me acaba la condición de guia explorador, ya que el que trazó la ruta original no pudo asistir por motivos personales. Menos mal que entre David, Isaac, la ayuda de todos y de mi GPS, en forma de mapa de carretera de 1x1 m, del año de la Derbi Antorcha, seguimos dirección Lleida.
Lleida, esa eterna desconocida.......Que niebla, que viento, que de todo. Trozos de lluvia, trozos de niebla, visera empañada, llena de gotas de agua, poca visibilidad en carretera. Yo seguía a Isaac, que si llega a ir a un campo de patatas, yo detrás le ayuda a recolectarlas, ya que me costaba ver su luz trasera. (bien por la cámara sumergible eh?).
Paramos a comer en Montblanch, pueblo donde casi me matan mis compañeros. Buscábamos un sitio para comer, y al lado de la carretera había una especie de fonda restaurant, sin nadie dentro, pero con un menú de 10 €. Lo encontré un poco "soso" el sitio y salimos en busca de otros sitio. Ví uno a muy pocos metros, con buen parking para motos (todo esto con viento huracanado) que me pareció acogedor. Sólo entrar, una flota de camareros, se hicieron cargo de cascos, chaquetas (previo número identificativo), para que no entraras con chaqueta Daineser y salieras con abrigo de piel de nutria.
Un lugar muy elegante, y llegamos a contar siete camareros, que casualidad, tocaba a uno por cabeza. Me miraron mis compañeros, y dijeron, ya pagarás tú. Un sudor frío e intenso corrió desde la espina dorsal, dió la vuelta por mis atributos y siguió cintura arriba hasta llegar a las orejas (flap, flap).
La cosa quedó bien pidiendo escudella, timbal de ous con bacon y no sé que más, agua, etc. No me mataron (gracias a todos).
Señores, estamos al lado del Port de Lilla, vamos para allá, para acabar la ruta en tierras tarragoninas. Viento huracanado, que hacía ir la moto un poco de lado. El colega Paco de mi pueblo odia el viento, prefiere el agua.
Coll de Lilla arriba, velocidad buena, y Coll de Lilla abajo, hasta hacerlo un par de veces, sentido Valls y sentido Montblanch. Ese puerto me encanta. Lástima del aire que no paró hasta llegar a la provincia de Barcelona y aún así.
Nos despedimos como buenos compañeros de rodada, risas en el desayuno, y más risas en la comida. No tomamos café y le dijimos al camarero que trajera la cuenta. Nos dijo: Ya os vais?. Yo le dije que ibamos en moto y teníamos que regresar a nuestros pueblos y ciudades de origen. El camarero dijo: Ah, vais en moto?. Pregunta tonta a juzgar por el atuento que llevábamos.
Bueno, la vuelta por autopista tuvo un percance: Yo llevaba el teletac en la moto y mi compañero del "poble", Paco, no se dió cuenta y pasó detrás mío. Sonó la sirena, esa campana estridente, pero yo seguí, pensado: Ja s'ho fará". Lo bueno fué en el siguiente peaje, que le pidieron el ticket, y sólo pudo enseñar el carnet del SuperTres. Al final el hombre le dijo que donde había entrado y le cobró lo que le tocaba (gracias taquillero).
Al llegar al bar de debajo de nuestra casa, (el vive enfrente mío), la emoción hizo que teniendo la moto enfocada a la puerta del bar soltara el embrague de golpe, con la primera engranada, con el resultado de que casi se me lleva a mi por delante, que ya estaba sin moto en la puerta del bar, él se cayera de lado, y la moto quedara a un palmo mío y de la entrada de dicho bar, que para más inri se llama Km 0. El resultado es que tiene un esguinze en la mano izquierda, por lo que ha cogido la baja y pasa a engordar el censo de gente que no hace nada.
Bueno, si habéis llegado hasta aquí, sólo decir que aunque no soy buen guía, me lo pasé "teta", me alegré de ver a los que conocía, y de conocer a los demás. Gracias a todos, y la próxima, tengo previstas cuatro rutas por cada provincia catalana, más corta pero con curvas a tope, que ya hicimos muchas por cierto. No llegamos a hacer 480 Km al final, acortando por aquí y acortando por allá.
Un fuerte abrazo y os dejo aquí estas fotos:
Esto lo pondré también en el exilio motero, para el amigo Zanarkand y demás.
El día empezó fresquito en Mataró, con siete moteros fantásticos, simpáticos y preparados para todo lo que nos esperaba ese día.
A las 08:25 +/- salimos por la C-60 dirección La Roca. Primera incidéncia, dos o tres coches colisionan no muy lejos de nosotros, y eso que no había tráfico en exceso, supongo que velocidad, más falta de distancia de seguridad. La carretera sembrada de trozos de expoiler, neumático, etc. Seguimos sin incidéncias hacia Sant Celoni, bordeamos el Montseny, y seguimos provincia de Girona. Desayuno en cuatre carreteras, al lado de Seva. Allí se me acaba la condición de guia explorador, ya que el que trazó la ruta original no pudo asistir por motivos personales. Menos mal que entre David, Isaac, la ayuda de todos y de mi GPS, en forma de mapa de carretera de 1x1 m, del año de la Derbi Antorcha, seguimos dirección Lleida.
Lleida, esa eterna desconocida.......Que niebla, que viento, que de todo. Trozos de lluvia, trozos de niebla, visera empañada, llena de gotas de agua, poca visibilidad en carretera. Yo seguía a Isaac, que si llega a ir a un campo de patatas, yo detrás le ayuda a recolectarlas, ya que me costaba ver su luz trasera. (bien por la cámara sumergible eh?).
Paramos a comer en Montblanch, pueblo donde casi me matan mis compañeros. Buscábamos un sitio para comer, y al lado de la carretera había una especie de fonda restaurant, sin nadie dentro, pero con un menú de 10 €. Lo encontré un poco "soso" el sitio y salimos en busca de otros sitio. Ví uno a muy pocos metros, con buen parking para motos (todo esto con viento huracanado) que me pareció acogedor. Sólo entrar, una flota de camareros, se hicieron cargo de cascos, chaquetas (previo número identificativo), para que no entraras con chaqueta Daineser y salieras con abrigo de piel de nutria.
Un lugar muy elegante, y llegamos a contar siete camareros, que casualidad, tocaba a uno por cabeza. Me miraron mis compañeros, y dijeron, ya pagarás tú. Un sudor frío e intenso corrió desde la espina dorsal, dió la vuelta por mis atributos y siguió cintura arriba hasta llegar a las orejas (flap, flap).
La cosa quedó bien pidiendo escudella, timbal de ous con bacon y no sé que más, agua, etc. No me mataron (gracias a todos).
Señores, estamos al lado del Port de Lilla, vamos para allá, para acabar la ruta en tierras tarragoninas. Viento huracanado, que hacía ir la moto un poco de lado. El colega Paco de mi pueblo odia el viento, prefiere el agua.
Coll de Lilla arriba, velocidad buena, y Coll de Lilla abajo, hasta hacerlo un par de veces, sentido Valls y sentido Montblanch. Ese puerto me encanta. Lástima del aire que no paró hasta llegar a la provincia de Barcelona y aún así.
Nos despedimos como buenos compañeros de rodada, risas en el desayuno, y más risas en la comida. No tomamos café y le dijimos al camarero que trajera la cuenta. Nos dijo: Ya os vais?. Yo le dije que ibamos en moto y teníamos que regresar a nuestros pueblos y ciudades de origen. El camarero dijo: Ah, vais en moto?. Pregunta tonta a juzgar por el atuento que llevábamos.
Bueno, la vuelta por autopista tuvo un percance: Yo llevaba el teletac en la moto y mi compañero del "poble", Paco, no se dió cuenta y pasó detrás mío. Sonó la sirena, esa campana estridente, pero yo seguí, pensado: Ja s'ho fará". Lo bueno fué en el siguiente peaje, que le pidieron el ticket, y sólo pudo enseñar el carnet del SuperTres. Al final el hombre le dijo que donde había entrado y le cobró lo que le tocaba (gracias taquillero).
Al llegar al bar de debajo de nuestra casa, (el vive enfrente mío), la emoción hizo que teniendo la moto enfocada a la puerta del bar soltara el embrague de golpe, con la primera engranada, con el resultado de que casi se me lleva a mi por delante, que ya estaba sin moto en la puerta del bar, él se cayera de lado, y la moto quedara a un palmo mío y de la entrada de dicho bar, que para más inri se llama Km 0. El resultado es que tiene un esguinze en la mano izquierda, por lo que ha cogido la baja y pasa a engordar el censo de gente que no hace nada.
Bueno, si habéis llegado hasta aquí, sólo decir que aunque no soy buen guía, me lo pasé "teta", me alegré de ver a los que conocía, y de conocer a los demás. Gracias a todos, y la próxima, tengo previstas cuatro rutas por cada provincia catalana, más corta pero con curvas a tope, que ya hicimos muchas por cierto. No llegamos a hacer 480 Km al final, acortando por aquí y acortando por allá.
Un fuerte abrazo y os dejo aquí estas fotos: