V'SSSSSSSSSS
+5
salvam800
magodeoz
ZANARKAND
Catwoman
Davinia1300
9 participantes
Viaje 30mps
Paselo- Socio
- Cantidad de envíos : 2065
Fecha de inscripción : 08/08/2009
Edad : 66
Localización : La carretera
- Mensaje n°26
Re: Viaje 30mps
Ushuaia, una asignatura pendiente. Ahi me gustaria llegar algún dia, de un modo u otro, a poder ser en moto, pero...sino como sea.
V'SSSSSSSSSS
V'SSSSSSSSSS
30mps- recien caido al exilio
- Cantidad de envíos : 5
Fecha de inscripción : 11/11/2009
- Mensaje n°27
Re: Viaje 30mps
chicos, soy Miguel, el de 30mps, hemos dejado atrás ushuaia, y estamos a los pies de las torres del paine en chile. El tiempo es complicado, mucho frio (y eso que es verano...) viento y lluvia a ratos, pero expectacular.
Gracias a Davinia por seguir tan de cerca esta humilde aventura, de veras. Y al resto por leerla y que os guste!! Un abrazo a todos
Davinia, un besazo para ti, guapa!
Gracias a Davinia por seguir tan de cerca esta humilde aventura, de veras. Y al resto por leerla y que os guste!! Un abrazo a todos
Davinia, un besazo para ti, guapa!
ZANARKAND- Socio
- Cantidad de envíos : 7499
Fecha de inscripción : 07/08/2009
Edad : 45
Localización : Piera ciudad donde hay sequia
- Mensaje n°28
Re: Viaje 30mps
30mps escribió:chicos, soy Miguel, el de 30mps, hemos dejado atrás ushuaia, y estamos a los pies de las torres del paine en chile. El tiempo es complicado, mucho frio (y eso que es verano...) viento y lluvia a ratos, pero expectacular.
Gracias a Davinia por seguir tan de cerca esta humilde aventura, de veras. Y al resto por leerla y que os guste!! Un abrazo a todos
Davinia, un besazo para ti, guapa!
GRACIAS??????
no Miguel. Gracias a vosotros. Pensar que es el viaje que mucho de nosotros soñamos. Y talvez jamas consigamos hacerlo.
Ver una pequeña ventanita de vuestro viaje es una gozada.
ANIMO Y A POR CHILE!!!!
magodeoz- Mago Blanco
- Cantidad de envíos : 385
Fecha de inscripción : 07/08/2009
Localización : Gava tierra de esparragos
- Mensaje n°29
Re: Viaje 30mps
30mps escribió:chicos, soy Miguel, el de 30mps, hemos dejado atrás ushuaia, y estamos a los pies de las torres del paine en chile. El tiempo es complicado, mucho frio (y eso que es verano...) viento y lluvia a ratos, pero expectacular.
Gracias a Davinia por seguir tan de cerca esta humilde aventura, de veras. Y al resto por leerla y que os guste!! Un abrazo a todos
Davinia, un besazo para ti, guapa!
Gracias a Vosotros, de verdad estoy impresionado por vuestros relatos, las fotos y videos dan una idea de como se puede gozar sufriendo.
Y por supuesto a Davinia por estar en la labor.
Aunque no tenga el placer de conoceros " que espero que un dia de esos lo hagamos" reciban un caluroso abrazo.
V,ssssss
wassa- LUKY STRIKE
- Cantidad de envíos : 1665
Fecha de inscripción : 10/08/2009
Edad : 52
Localización : vallbona d´anoia butifarra city
- Mensaje n°30
Re: Viaje 30mps
joer que chulada que coste que todavia lo estoy leyendo pero no os haveis dado cuenta de una cosa eeee solo las autenticas las miticas las inigualables transalp pueden con todo.jejejeje[img][/img]
Davinia1300- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 366
Fecha de inscripción : 02/10/2009
- Mensaje n°31
Re: Viaje 30mps
Si, pero creo que se cambian de moto en USA. Pillan Harleys. "creo".
Davinia1300- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 366
Fecha de inscripción : 02/10/2009
- Mensaje n°32
Re: Viaje 30mps
De Argentina a Argentina, y Chile porque me toca…
01/02/2010
Dejar Ushuaia fue casi tan duro como Puerto Madryn hace una semana. Estar en el fin del mundo, una tierra que daba subsitencia a los nómadas Yámanas, tribu que curiosamente y a pesar del frío de las tierras (más hace varios siglos, antes de que empezáramos a recalentar nuestro planeta) no se tapaban con ropas, sino que iban semidesnudos. Sus argumentos se basaban en que estas tierras húmedas y lluviosas empapaban cualquier cosa que pudieran ponerse encima, por lo que enfermaban continuamente. La solución que aplicaban era la de untarse con grasa de foca o ballena el cuerpo, consiguiendo una capa impermeable y aislante del frío y los agentes externos.
Además para esta gente el fuego era algo vital, y nunca dejaban que se apagase, incluso su condición de nómadas hacia que lo trasportasen en sus canoas. De ahí el nombre que la gente de Magallanes le dio a las tierras más al sur (debajo de la Patagonia), Tierra de fuego, por que desde los barcos se veían siempre un sinfín de hogueras a lo largo del canal. Todo esto se acabó cuando los españoles, luego los ingleses, luego otra vez los españoles, y todo el que pasaba por aquí, decidió arrasar estas tribus “porque sí”, y apropiarse de una tierra en la que se vivía en paz.
Los buenos moteros amanecen casi con el sol para ponerse en ruta, así que el miércoles por la mañana estábamos Pedro y yo acabando nuestro café antes de partir, a eso de las 11 de la mañana (somos españoles, las cosas traquilitas…). Nos esperaba un día largo para salir de Ushuaia, atravesar la frontera, y dirigirnos esta vez hacia el oeste, para coger el barco que nos cruzaría el estrecho de Magallanes en tierras chilenas, y continuar nuestra ruta hacia el norte.
Así que dijimos adios al fin del mundo, y comenzamos a rodar por el pequeño puerto que tanta lluvia y frío nos trajo hasta aquí. Y debía estar el Sr. Tiempo ocupado en hacer sufrir a otros, por que las nubes se abrían a cada kilómetro que recorríamos, el viento apenas se notaba y disfrutábamos de unas curvas suaves y soleadas. El ripio húmedo que nos llevó a esa frontera días atrás nada tenía que ver, incluso los gendarmes argentinos se aplicaron en su trabajo para que apenas estuviéramos 5 minutos en la barrera. Todo iba demasiado bien, me preguntaba “¿Dónde está la cámara?”…y así disfrutamos de un agradable camino junto al mar durante kilómetros, para llegar al paso del barco en la localidad chilena de “Porvenir”. Primer pequeño inconveniente fue al tratar de llenar nuestros secos depósitos, que no cogían ni tarjeta ni pesos argentinos, ni nada que no fuera chileno, por lo que tuvimos que entrar en el pueblo en busca de un cajero y tema resuelto. La noche estaba cayendo, y el barco del estrecho solo pasaba una vez al día, a las 14h, así que Por-venir tarde nos quedamos allí a pasar la noche, en un pueblo que no tiene nada de nada, pero en un hostal probablemente el más acogedor de cuantos hemos pasado. Era como una casa antigua de madera, techos altos, unos salones y galerías preciosas, decorados con muy buen gusto y un calorcito tan acogedor que hizo que incluso cenáramos allí.
La mañana siguiente la pasamos entre internet, libros y mapas, a la espera de montarnos en el barco que nos llevaría a Punta Arenas, 2,5h más allá del mar que separaba ambas orillas. El día extrañamente volvía a acompañar, a pesar de la salvaje descarga de agua y viento huracanado de la noche anterior que hacía crujir las centenarias maderas de la casa como en las películas de terror. Y así, casi a las 17h del jueves, Paca y Tola volvían a rodar por las carreteras en dirección a Puerto Natales, preámbulo de la ruta del viernes… gasolina, hotel y la mejor parrillada hasta ahora (Restaurante Don Jorge), curiosamente en Chile, y eso que el listón está en niveles de record mundial.
Arrancó el jueves de nuevo con un sospechoso buen tiempo, y eso que salvo encima de nosotros solo se veían nubes negras y lluvias a nuestro alrededor. Nos dirigíamos a las espectaculares Torres del Paine, justo donde peor pintaba. Pasar otro día empapado en el ripio para no ver por la niebla lo que queríamos ver, mermaba nuestros ánimos, y así, por casualidad, a los pocos minutos de comenzar nos cruzamos con un militar chileno, al cual interrogamos sobre la mejor manera de llegar a nuestro destino, y como buen lugareño, nos hizo un pronóstico que era más que obvio, pero curiosamente y ante nuestra incredulidad, nos dijo que hacia las Torres hacía bueno, señalando en la supuesta dirección que yo, sinceramente, no veía más que nieve, lluvia y nubes negras. “Bueno, estaría vacilándonos, que le vamos a hacer…” NI UNA GOTA nos calló, y el día, aunque no plenamente soleado, nos permitió disfrutar de las expectaculares formaciones montañosas del Parque Natural.
Llevábamos tres días demasiado bien, así que era hora de que la cosa se truncara de nuevo… Llegamos a la “frontera” de nuevo, uno de los cientos de pasos que hay, era como estar en evasión o victoria, una valla atada con cuerda en medio de la nada y una casita que además de los dos mostradores para hacer el papeleo, tenía una mesa de ping pong. No me extraña, solo hay dos policias aquí y debemos ser los únicos en todo el día que venimos a pasar…
Se supone que además de los dos polis, la valla, y la mesa de Ping Pong, había un surtidor de gasolina (el cual necesitábamos), pero estaba vacío. Esto nos hizo volver al mapa, Tapi Aike estaba a unos 50 kms, llegaríamos, y allí hay otra gasolinera…
Y sí, la había, pero de nuevo vacía: “Hace unos días que no me queda nada”. “¿Y cuando cree que llegará?” “Mañana, pasado, quien sabe…” Me veía una semana enseñando a jugar al mus al individuo en cuestión, pero junto a la gasolinera había un minipuesto permanente de la policía, donde solo había un policía que, además, vivía allí, y que no pudo vendernos nada porque ni él tenía carburante: “Yo si queréis quedaros a dormir os abro una caseta (era de esas de obra que había junto a la casa)”. Nuestra última esperanza era que alguien nos llevara al próximo pueblo con gasolina, que paradoja de la vida, a 80 kms, un pueblo llamado “Esperanza”. Así que paramos a un coche, que amablemente nos llevó, y cuál es nuestra sorpresa que el de la estación de servicio nos recibe con un “Hace 10 minutos que se me acabó todo lo que tenía”.
No puede ser, son las 18h, estamos a 80 kms de nuestras motos, y no hay gasolina. Y oye, no hay mal que por bien no venga, allí estaba un operario de Telefónica, empresa que se ha tirado toda la vida sacándome los cuartos, y mira tú por donde iba a sacarme de un apuro: “Yo creo que tengo algo de Super en la furgo, vamos a ver anda…” Y justo: 11 litros, lo que necesitábamos. Después de pagársela a precio europeo, nos situamos de nuevo en la carretera para que alguien nos llevara, y ahí apareció un buen hombre que no calló en los 50 minutos de trayecto, pero que nos volvió a sacar de otra. Ahora debíamos volver 80 kms hacia atrás para llegar a Río Turbio, el único sitio donde supuestamente había combustible, y así fue, a las 21h, cansados, llenábamos nuestros depósitos en la única gasolinera del pueblo.
Herido nuestro orgullo por el retraso tan importante que sufrimos, montamos sobre Paca y Tola y pusimos rumbo a nuestro destino que era El Calafate, pero 170 kms después y con la noche encima, y el frío, tuvimos que domir en Esperanza, el pueblo que no tenía gasolina, pero sí el hotel más cutre por el que hemos pasado, el cual no voy ni a describir…
Y así llegó el sábado, y el día volvía a recibirnos sin viento ni lluvia, y El Calafate, antesala del expectacular Glaciar Perito Moreno, nos recibía con un acogedor calorcito de unos 15 grados, y aquí estamos desde entonces… ¡Pero eso será la próxima!
01/02/2010
Dejar Ushuaia fue casi tan duro como Puerto Madryn hace una semana. Estar en el fin del mundo, una tierra que daba subsitencia a los nómadas Yámanas, tribu que curiosamente y a pesar del frío de las tierras (más hace varios siglos, antes de que empezáramos a recalentar nuestro planeta) no se tapaban con ropas, sino que iban semidesnudos. Sus argumentos se basaban en que estas tierras húmedas y lluviosas empapaban cualquier cosa que pudieran ponerse encima, por lo que enfermaban continuamente. La solución que aplicaban era la de untarse con grasa de foca o ballena el cuerpo, consiguiendo una capa impermeable y aislante del frío y los agentes externos.
Además para esta gente el fuego era algo vital, y nunca dejaban que se apagase, incluso su condición de nómadas hacia que lo trasportasen en sus canoas. De ahí el nombre que la gente de Magallanes le dio a las tierras más al sur (debajo de la Patagonia), Tierra de fuego, por que desde los barcos se veían siempre un sinfín de hogueras a lo largo del canal. Todo esto se acabó cuando los españoles, luego los ingleses, luego otra vez los españoles, y todo el que pasaba por aquí, decidió arrasar estas tribus “porque sí”, y apropiarse de una tierra en la que se vivía en paz.
Los buenos moteros amanecen casi con el sol para ponerse en ruta, así que el miércoles por la mañana estábamos Pedro y yo acabando nuestro café antes de partir, a eso de las 11 de la mañana (somos españoles, las cosas traquilitas…). Nos esperaba un día largo para salir de Ushuaia, atravesar la frontera, y dirigirnos esta vez hacia el oeste, para coger el barco que nos cruzaría el estrecho de Magallanes en tierras chilenas, y continuar nuestra ruta hacia el norte.
Así que dijimos adios al fin del mundo, y comenzamos a rodar por el pequeño puerto que tanta lluvia y frío nos trajo hasta aquí. Y debía estar el Sr. Tiempo ocupado en hacer sufrir a otros, por que las nubes se abrían a cada kilómetro que recorríamos, el viento apenas se notaba y disfrutábamos de unas curvas suaves y soleadas. El ripio húmedo que nos llevó a esa frontera días atrás nada tenía que ver, incluso los gendarmes argentinos se aplicaron en su trabajo para que apenas estuviéramos 5 minutos en la barrera. Todo iba demasiado bien, me preguntaba “¿Dónde está la cámara?”…y así disfrutamos de un agradable camino junto al mar durante kilómetros, para llegar al paso del barco en la localidad chilena de “Porvenir”. Primer pequeño inconveniente fue al tratar de llenar nuestros secos depósitos, que no cogían ni tarjeta ni pesos argentinos, ni nada que no fuera chileno, por lo que tuvimos que entrar en el pueblo en busca de un cajero y tema resuelto. La noche estaba cayendo, y el barco del estrecho solo pasaba una vez al día, a las 14h, así que Por-venir tarde nos quedamos allí a pasar la noche, en un pueblo que no tiene nada de nada, pero en un hostal probablemente el más acogedor de cuantos hemos pasado. Era como una casa antigua de madera, techos altos, unos salones y galerías preciosas, decorados con muy buen gusto y un calorcito tan acogedor que hizo que incluso cenáramos allí.
La mañana siguiente la pasamos entre internet, libros y mapas, a la espera de montarnos en el barco que nos llevaría a Punta Arenas, 2,5h más allá del mar que separaba ambas orillas. El día extrañamente volvía a acompañar, a pesar de la salvaje descarga de agua y viento huracanado de la noche anterior que hacía crujir las centenarias maderas de la casa como en las películas de terror. Y así, casi a las 17h del jueves, Paca y Tola volvían a rodar por las carreteras en dirección a Puerto Natales, preámbulo de la ruta del viernes… gasolina, hotel y la mejor parrillada hasta ahora (Restaurante Don Jorge), curiosamente en Chile, y eso que el listón está en niveles de record mundial.
Arrancó el jueves de nuevo con un sospechoso buen tiempo, y eso que salvo encima de nosotros solo se veían nubes negras y lluvias a nuestro alrededor. Nos dirigíamos a las espectaculares Torres del Paine, justo donde peor pintaba. Pasar otro día empapado en el ripio para no ver por la niebla lo que queríamos ver, mermaba nuestros ánimos, y así, por casualidad, a los pocos minutos de comenzar nos cruzamos con un militar chileno, al cual interrogamos sobre la mejor manera de llegar a nuestro destino, y como buen lugareño, nos hizo un pronóstico que era más que obvio, pero curiosamente y ante nuestra incredulidad, nos dijo que hacia las Torres hacía bueno, señalando en la supuesta dirección que yo, sinceramente, no veía más que nieve, lluvia y nubes negras. “Bueno, estaría vacilándonos, que le vamos a hacer…” NI UNA GOTA nos calló, y el día, aunque no plenamente soleado, nos permitió disfrutar de las expectaculares formaciones montañosas del Parque Natural.
Llevábamos tres días demasiado bien, así que era hora de que la cosa se truncara de nuevo… Llegamos a la “frontera” de nuevo, uno de los cientos de pasos que hay, era como estar en evasión o victoria, una valla atada con cuerda en medio de la nada y una casita que además de los dos mostradores para hacer el papeleo, tenía una mesa de ping pong. No me extraña, solo hay dos policias aquí y debemos ser los únicos en todo el día que venimos a pasar…
Se supone que además de los dos polis, la valla, y la mesa de Ping Pong, había un surtidor de gasolina (el cual necesitábamos), pero estaba vacío. Esto nos hizo volver al mapa, Tapi Aike estaba a unos 50 kms, llegaríamos, y allí hay otra gasolinera…
Y sí, la había, pero de nuevo vacía: “Hace unos días que no me queda nada”. “¿Y cuando cree que llegará?” “Mañana, pasado, quien sabe…” Me veía una semana enseñando a jugar al mus al individuo en cuestión, pero junto a la gasolinera había un minipuesto permanente de la policía, donde solo había un policía que, además, vivía allí, y que no pudo vendernos nada porque ni él tenía carburante: “Yo si queréis quedaros a dormir os abro una caseta (era de esas de obra que había junto a la casa)”. Nuestra última esperanza era que alguien nos llevara al próximo pueblo con gasolina, que paradoja de la vida, a 80 kms, un pueblo llamado “Esperanza”. Así que paramos a un coche, que amablemente nos llevó, y cuál es nuestra sorpresa que el de la estación de servicio nos recibe con un “Hace 10 minutos que se me acabó todo lo que tenía”.
No puede ser, son las 18h, estamos a 80 kms de nuestras motos, y no hay gasolina. Y oye, no hay mal que por bien no venga, allí estaba un operario de Telefónica, empresa que se ha tirado toda la vida sacándome los cuartos, y mira tú por donde iba a sacarme de un apuro: “Yo creo que tengo algo de Super en la furgo, vamos a ver anda…” Y justo: 11 litros, lo que necesitábamos. Después de pagársela a precio europeo, nos situamos de nuevo en la carretera para que alguien nos llevara, y ahí apareció un buen hombre que no calló en los 50 minutos de trayecto, pero que nos volvió a sacar de otra. Ahora debíamos volver 80 kms hacia atrás para llegar a Río Turbio, el único sitio donde supuestamente había combustible, y así fue, a las 21h, cansados, llenábamos nuestros depósitos en la única gasolinera del pueblo.
Herido nuestro orgullo por el retraso tan importante que sufrimos, montamos sobre Paca y Tola y pusimos rumbo a nuestro destino que era El Calafate, pero 170 kms después y con la noche encima, y el frío, tuvimos que domir en Esperanza, el pueblo que no tenía gasolina, pero sí el hotel más cutre por el que hemos pasado, el cual no voy ni a describir…
Y así llegó el sábado, y el día volvía a recibirnos sin viento ni lluvia, y El Calafate, antesala del expectacular Glaciar Perito Moreno, nos recibía con un acogedor calorcito de unos 15 grados, y aquí estamos desde entonces… ¡Pero eso será la próxima!
prowlerluis- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 266
Fecha de inscripción : 19/01/2010
Localización : vielha -valle de aran-
- Mensaje n°33
Re: Viaje 30mps
la eleccion de la Transalp,me parece acertada......
que envidia (sana) me dan esos mamoncetes(con cariño)
tengo un colega que el año pasado estuvo por hay y volvio encantado.....
que envidia (sana) me dan esos mamoncetes(con cariño)
tengo un colega que el año pasado estuvo por hay y volvio encantado.....
ZANARKAND- Socio
- Cantidad de envíos : 7499
Fecha de inscripción : 07/08/2009
Edad : 45
Localización : Piera ciudad donde hay sequia
- Mensaje n°34
Re: Viaje 30mps
sin gasofa??? me parece super fuerte!!!
Davinia1300- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 366
Fecha de inscripción : 02/10/2009
- Mensaje n°35
Re: Viaje 30mps
Foto en la enésima frontera que pasamos Chile-Argentina
El sábado llegamos al Calafate, base del Glaciar Perito Moreno, con nuestro habitual día de retraso. El Calafate es otro sitio muy similar al estilo de lo que hemos visitado por toda la Patagonia: calles anchas, edificios de 1 altura (máximo 2), siempre cuadrículas perfectas, y los habituales nombres: San Martín, 9 de julio, 25 de mayo, Rivadavia…
Entramos por la calle principal del pueblo, y lo primero que vimos fue un HI (Hostel International), que en base a nuestras anteriores experiencias, están muy bien, a un precio razonable. Aparcamos las motos delante, como es nuestra constumbre al llegar a un pueblo a pernoctar. Este era el Hostel Del Glaciar, casa antigua de madera, reformada y muy acogedora, tres escalones para la puerta principal a pie de calle, donde nos encontramos a uno de los dueños, con el que charlamos sobre las motos y por supuesto comprobamos que teníamos acomodo, nuestra habitual habitación con dos camas y baño privado (y WIFI, por supuesto…).
Después de nuestra ducha salimos a dar una vuelta por el pueblo, como es habitual también, apenas caminas la calle principal y te cruzas con el 95% de todo lo que el pueblo puede ofrecerte.
La mañana siguiente teníamos la obligada excursión al glaciar, así que cogimos nuestras motos y nos dirigimos hacia el Perito Moreno. Casi 100 kms más allá, previo pago de la entrada de rigor, nos encontramos ante el colosal glaciar: una masa de nieve y hielo cuyas lenguas desciende por detrás de las dos montañas para juntarse en una brutalidad blanca, con la que te puedes mirar cara a cara a apenas unos metros de distancia, enfrente de él. Te puedes tirar horas observándolo, cada lado, cada metro, y escuchar los atronadores ecos que produce cada trozo al desprenderse. Si te quedas un rato puedes ver algunos, y sobretodo escucharlos.
Volvimos de nuevo a El Calafate, comida, descanso y paseo vespertino por los puestitos hippies, una pulserita por aquí, unas risas con un “fumao” por allá…y aun teníamos que decidir si quedarnos un día más, y aprovechar para hacer alguna excursión turística, o seguir nuestra ruta hacia el norte, puesto que estábamos muy alejados aún de buenos aires y nos quedaban muchas cosas por el camino.
Finalmente, y después de nuestro Bife de ternera en La Tablita, una buena parrilla del pueblo, y tras consultar a mi querida Quilmes que nos prestara orientación para nuestra decisión, decidimos seguir camino a la mañana siguiente, lunes. Después de hacer el Check out nos dirigimos a uno de los mejores hoteles de El Calafate para desayunar con Ana, una amiga que casualmente había llegado hacía apenas un par de horas al pueblo a pasar unos días lo que hizo que pudiéramos pasar un par de horas comentando nuestra visión de lo que se podía hacer por allí, y sobretodo de Ushuaia, su próximo destino ( que creo que disfrutó mucho!).
Dejando atrás El Calafate, nuestra intención era El Chaitén, solo por la visita de rigor, pero a medida que subíamos decidimos no desviarnos y proseguir rumbo norte, nuestra primera meta volante sería Tres Lagos, donde había una gasolinera que abre paso al ripio de la famosa RUTA 40. El viento soplaba fuerte, de costado como era de esperar, y los primeros kilómetros de ruta se hicieron duros: gravilla muy espesa, y el viento de lado, nuestra velocidad no iba más allá de los 40 kms/h, salirte de la estrecha huella que dejan los coches sería sinónimo de caída, y el viento racheado hace que la moto entera se te pegue bandazos y puedas pisar fuera de huella, la montañita de gravilla de un par de palmos de altura, donde la rueda se clava y la moto se gira. Así que despacito y con buena letra, nos íbamos adentrando en la 40, como el que se mete en la boca del lobo. Próxima meta volante del día, Gobernador Gregores, a unos 200 kms. A mitad de ruta, y como de la nada, surgío una pequeña fonda, donde pudimos parar a descansar unos minutos. El gaucho que nos atendió, con su boina gaúcha, su tez morena del sol y dura del viento, y su complicado acento paisano, solo nos repetía una y otra vez ” La Pampa La Chica, está brava”, o eso entendíamos. Nuestra libre traducción, después de darle muchas vueltas, viene a ser algo como “tened cuidado más adelante, cuando salgais de nuevo a la pampa, cuyo nombre original era “La Chica”, y donde los vientos soplan fuertes”…
Llegamos hacia las 20h al pueblo Gobernador Gregores, y la primera parada era la de combustible. Siempre hay que llenar donde te encuentres gasolina, y siempre lo primero, por que si lo dejas para la mañana siguiente, puede ser que ya no haya. Pregunté al “gasolinero” donde hospedarnos, y me dirigió a un sitio, como siempre, limpio, habitación confortable, baño propio y por supuesto WIFI
También le pregunté por el centro del pueblo, y se miraba extrañado con el otro hombrecillo que allí nos miraba: “es esto”…vaya, que menuda pregunta la mia en un pueblo de 300 habitantes.
Después de la duchita de rigor, salimos en busca de algún sitio donde cenar, y preguntando un par de veces siempre nos dirigieron al único sitio que había, curiosamente un hotelillo al otro lado de la calle principal, donde degustamos un pescadito del lago con puré de patata, unas frutillas con crema (fresas con nata) y por supuesto unas Quilmes, ay que gran compañera…
Nuetro destino en los próximos 2-3 días era Bariloche, y pensamos en subir por el lado chileno, mucho más excitante y montañoso. Así que al levantarnos nuestra primera tarea era la de cambiar mi cable de embrague, que tanto había sufrido y que práticamente se había roto casi por completo el día anterior (para los más técnicos, me pasé todo el día cambiando de marcha sin tocar el embrague). En el taller del pueblo, el buen hombre apenas había tocado una moto en su vida, era más de coches, y echándole un vistazo nos insinuó la forma de hacerlo, puesto que él estaba muy liado. Ni cortos ni perezosos nos pusimos a ello, es sencillo, pero un lio por que debes desmontar todos los plásticos laterates, y eso es más coñazo. Un par de horas más tarde estábamos arrancando nuestras motos, no sin antes darnos un buen desayuno en el mismo hotel en el que cenamos la noche anterior.
Eran casi las 14h, y cogíamos de nuevo la ruta 40 dirección norte, para dirigirnos hacia el oeste y pisar Chile de nuevo en un par de horas. De camino nos quedaba “Bajo Caracoles”, un pueblo de 20 habitantes pero con una gasolinera, fundamental en estos lares, pero estaba más seca que un polvorón. Menos mal que preveímos esto y llevábamos cada uno 10 L de Nafta en nuestras maletas, como se dice aquí, “por las dudas”…
Volvimos a las motos, y vimos una sospechosa mancha bajo la moto de Pedro: El radiador. No puede ser, otra vez, esta vez la otra moto. Tratamos de buscar la fuga, y contrariados pues estábamos en mitad de la nada, y no sabíamos lo que aguantaría. El conductor de un autobus que estaba allí parado le echó un vistazo y concluyó: “Eso son las barillas del radiador, que pierden; no importa, echádle un poco de pimentón al líquido refrigerante, y eso lo sellará”. Por supuesto que le agradecimos su ayuda y ni de coña le echamos pimentón. En estos casos, la máxima es siempre la misma: LLAMAR A MARIANO. Pero claro, en mitad de la nada no hay ni señal de móvil, así que después de que se enfriara, rellenamos de líquido el radiador, y procuramos que no llegara a 80ºC el resto de la ruta, que es cuando el circuito del líquido empieza a moverse y, por tanto, a gotear. Esta tarea de mantener el motor semifrío en asfalto no es complicada, pero en ripio es otra cosa, y aún nos quedaban muuuuchos kms….
Así que sobre la marcha variamos un poco la idea de pasar a Chile ese día, y seguimos hacia el norte. Tener algún problema con la moto en territorio argentino, por muy inóspito que sea, es más fiable que estar en Chile, donde sería más complicado gestionarlo con Mariano, así que el pueblo Perito Moreno (no confundir con el glaciar, mucho más al sur, en El Calafate) era nuestro objetivo para el día lluvioso y negro que estábamos teniendo. Toda esa zona de la RUTA 40 se está asfaltando, cosa buena para los locales, pero si quereis aventura y ruta salvaje, más os vale venir pronto a vivirla por que en un par de años habrá poco ripio…
Unos 100 kms antes de Perito, y bajo una lluvia importante y superados los 310 kms de autonomía, las motos se pararon. Sacamos nuestras garrafas de gasolina, y una vez más alimentamos nuestras Transalp con 10 litros cada una. NOTA: si viajas en moto por estas zonas de ripio y baches, no lleveis la gasolina en garrafas de agua (se rompen y pinchan con facilidad), comprad en cualquier ferretería o gasolinera bidones.
Los últimos 40 kms a Perito están ya asfaltados, y aunque nos gusta la aventura, después de varias horas en esos caminos y con las dudas del radiador se agradece finalizar la ruta lluviosa por pavimento. Llegamos al pueblo y lo primero de todo….cargar nafta. Luego buscamos un hotel, nos encontramos primero un señor que alquilaba habitaciones pero no tenía WIFI, y que nadie en el pueblo tenía…”Sí, ya, pero bueno, por las dudas, voy a comprobarlo..:” fue mi respuesta. Todos los hoteles tenían WIFI, como he comentado en otras ocasiones, en otras cosas no están todo lo bien que deberían, pero en internet, hasta en el fin del mundo!
Cenita en el mismo hotel mientras Paca y Tola dormían en cochera cubierta, y habitaciones separadas (sólo les quedaba un apartamentito de dos habitaciones separadas por un baño, así que Pedrín, al enésimo día, durmió…
Salimos de Perito Moreno después de comprar refrigerante para parar un tren e ir echando durante el viaje, Mariano nos había contactado y estaba enviando un nuevo radiador a Esquel, donde dormiríamos un par de días después. Así que Pedrín, Paca, Tola y servidor, nos fuimos dirección Chile, para rodear el espectacular lago que serpentea entre los andes, más de 200 kms atravesando esos montes por el medio de la naturaleza, precipicios, paisajes…lo que nos llevó a Puerto Tranquilo, un sitio obviamente muy tranquilo de apenas 200 habitantes, donde estaba todo lleno. Eran las 20h, llovía, casi anocheciendo, y todas las hosterías repletas y con el problema de que no teníamos pesos chilenos, solo euros y pesos argentinos. Los chilenos no quieren moneda del pais vecino (salvo muy cerca de las fronteras), y el euro lo miran con recelo; la solución es llevar dólares, que les encantan.
Total, que acabamos durmiendo en la famosa “casa de la señora” que tanto juego ha dado en facebook, por cierto situada en la calle “los Chochos”. El tema de pagar lo arreglamos con un amable señor que nos hizo el favor de cambiarnos moneda argentina por chilena, suerte la nuestra.
Después de conseguir conectarnos en internet en el único ordenador del pueblo que tenía (aquí si que wifi imposible), nos dirigimos hacia el único bar del pueblo, donde nos tomamos un par de cervezas y empanada de carne para cenar, conversando con el dueño, un gaucho chileno que nos explicó que eran las fiestas del pueblo, y que había rodeos autóctonos en los que puntuaba arrinconar al ternero en diferentes lugares del ruedo, y algunas peculariedades. Después de hacer nuestra contribución a una de las candidatas a Reina de las Fiestas que se elegía al día siguiente, y llevarnos un beso de ella, nos fuimos a dormir, calle Los Chochos 200.
Amanecimos más pronto de lo habitual, y volvimos a desayunar al bar del Willy, el gaucho de la noche anterior, y el único que nos dejaba pagarle con euros. Echamos gasolina y salimos de Puerto Tranquilo, en la que sería la etapa más larga y probablemente dura de todas hasta ahora. Nuestro objetivo de ese día, jueves, era subir hacia el norte todo lo que pudiéramos. Nos planteamos subir siempre por Chile, pero el radiador de la moto nos esperaba en Esquel, y no queríamos arriesgar, así que nos dirigimos rumbo norte hacia la frontera. Depués de unos 200 kms más de ripio llegamos de nuevo al asfalto, a la localidad de Balmaceda, donde nos esperaba la frontera. Tratamos de cargar gasolina pero fue imposible, unos nos decían que fueramos a tal casa a preguntar, un taxista me dirigió hacia una señora de un kiosko que al parecer de vez en cuando vende Nafta, pero no tenía: “Pregunta a los gendarmes, suelen tener”…tampoco me pudieron ayudar ellos. Casi podíamos tocar la frontera con los dedos pero tuvimos de seguir hacia el norte por Chile, hasta Cohaique. Pasar la frontera en ese punto hubiera sido un suicidio, puesto que Rio Mayo, nuestro siguiente objetivo con Nafta, distaba demasiado para lo que nos quedaba de autonomía.
Cohaique distaba al norte unos 50 kms más, así que después de llegar por asfalto, repostar y comer, la frontera distaba unos 30 kms, y nos llevaría también a Rio Mayo siempre por camino no asfaltado. Cansados llegamos a esta pequeña localidad argentina, eran ya las 21h y debíamos seguir, de nuevo en la RUTA 40 esta vez asfaltada, dirección Esquel, unos 400 kms más al norte, llegariamos? ya veremos…
La noche había caído, y el asfalto, aunque era bueno, no tenía líneas pintadas; esto incrementa la dificultad ante una noche oscura y en una carretera en medio de una esplanada, sin nada alrededor, no tienes puntos que te guien u orienten, apenas distingues donde acaba el asfalto por los lados y donde empieza la cuneta de gravilla. Pero a los pocos kilómetros de incertidumbre, y ante un tráfico más bien escaso, nos adelantó un pegeot 206 con las lunas tintadas, que puso los cuatro intermitentes y comenzó a reducir su velocidad, así que paramos junto a él para ver que quería. La hospitalidad argentina nos dejó atónitos una vez más, un chaval de nuestra edad cuyas primeras palabras fueron: “Cómo les va? Quieren comer algo? Tengo un bocata de milanesa ahí, si lo quieren les invito“. “No gracias, ya hemos cenado”. Su siguiente comentario fue: “es complicado conducir por ahí de noche en moto, por que se ve mal, si quieren yo voy en la misma dirección que ustedes, pueden seguirme“. De nuevo nuestro asombro fue increible mientras le seguíamos, y él procuraba anticiparse a las curvas y avisarnos, acelerando donde se podía, frenando varias veces donde creía que podíamos ver menos”. 150 kms más allá llegamos a Gobernador Costa, donde teníamos pensado pasar la noche. Nuestro guía paró para despedirse y orientarnos sobre donde habría un hospedaje, y sin más, se fue. Los argentinos son increibles.
Pasar la noche no fue fácil, o no pintaba que iba a serlo. Eran fiestas en el pueblo, y los pocos hospedajes que había estaban recompletos. Nuestra última opción, el Hotel Sudamericano, también nos respondía con un “no”, a las 2am y a 200 kms del siguiente pueblo. Nuestro gozo en un poco, pero los argentinos son buena gente, y este no lo iba a ser menos. Depués de 15 minutos de insistirle, decirle que llegábamos helados, que no teníamos más opciones, se apiadó de nosotros, y nos ofreció un par de los sofás de la zona común del hotel, incluso nos dejó unas mantas y almohadas, y nos salvó la noche, por que me veía en el cajero del pueblo metido.
Amanecimos el viernes prontito para no intimidar al personal, dos moteros grandes tirados en los sofás no era lo más apropiado, así que la ruta comenzó más pronto de lo habitual para recorrer los 200 kms que nos llevarían a Esquel, donde descansaríamos 1 día y cambiaríamos el radiador de la moto de Pedro. Juan Toppazini, de Talleres Toppazini, fue el encargado de operar a Paca y nos comentó que vienen muchas motos a su taller por temas similares. Las rutas argentinas son criminales para las motos, se les somete a mucha caña, y nosotros damos fe de ello, hasta la más dura no se resistiría a pasar por un taller a lo largo del viaje.
El sábado pusimos rumbo a Bariloche através del Parque Nacional Los Alerces, una ruta alternativa a la aburrida asfaltada habitual, que nos llevaría por unos bonitos paisajes bordeando lagos y montañas, rodeados de alerces, unos árboles altos y fuertes que hacían del bosque algo especialmente bonito. A la salida del parque nos topamos con Chollila, un pueblecito también en fiestas, en este caso la fiesta del asado. Imaginarnos salivando bajo nuestros cascos mientras las motos se dirigían hacia la columna de humo que hacía preveer la matanza que se estaba asando debajo. Y como una imagen vale más que mil palabras:
Chavales, el espíritu de D. Pelayo nos pudo, y dejamos el listón bien alto
Así que después de acabar con todo lo que había, y por sólo 5 euros, fuimos invitados a salir de la fiesta y no volver por allí. Desde entonces la ternera y el cordero están protegidos en esta zona.
Y así, con el estómago lleno, llegamos a Bariloche, tras una intesa lluvia con la que nos recibió esta bonita ciudad al borde de un lago y a los pies de los primeros Andes, con un estilo suizo fácilmente reconocible.
Este viernes debemos estar en Buenos Aires para devolver nuestras motos, y esta vez no será Argentina quien llore por nosotros, sino nosotros por tener que despedirnos de ella…
Miguel
GLACIAR PERITO MORENO
PERITO MORENO II
PEDRITO MORENO
CON ANA EN CALAFATE
RUTA 40
UN CLASICO, EN EL TALLER DONDE CAMBIAMOS EL EMBRAGUE
CAMBIANDO EL CABLE DEL EMBRAGUE...
OTRA FRONTERA MÁS...
ZANARKAND- Socio
- Cantidad de envíos : 7499
Fecha de inscripción : 07/08/2009
Edad : 45
Localización : Piera ciudad donde hay sequia
- Mensaje n°36
Re: Viaje 30mps
osea es cierto... cambian de motos.
porcierto valla pedazo de hielo!!!!!!!!!!!
porcierto valla pedazo de hielo!!!!!!!!!!!
Davinia1300- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 366
Fecha de inscripción : 02/10/2009
- Mensaje n°37
Re: Viaje 30mps
De Bariloche a Buenos Aires…
Posted: 15 Feb 2010 04:50 PM PST
Bariloche nos había recibido con una incesante lluvia. Estábamos a unos 1.600 kms de nuestro destino final, Buenos Aires, y a 6 días de llegar, pero con muchas cosas que ver entre medias. Después de nuestra reconfortante y habitual ducha después de llegar empapados al hotel el sábado por la noche, salimos a cenar algo rápido, la noche no daba para más puesto que a nuestro cansancio y la lluvia, se unía a estas horas un fuerte viento que nos invitaba a refugiarnos en nuestra guarida.
El domingo amaneció increíble, y cogimos nuestras motos para hacer lo que se llama el “circuito chico”, un recorrido alrededor de uno de los múltiples lagos que se encuentran en esta zona, entre árboles, mansiones y bonitas vistas. Apenas 50 kms que dan para pasar unas horas sin maletas ni kilómetros restantes, ni mapas que mirar. Algunas fotos aquí y allá, vistas preciosas y como no, una buena carne a la orilla del lago para celebrarlo. De vuelta al hotel, aun en el “circuito chico”, encontramos un telesilla que te sube a uno de los montes más altos en apenas unos minutos, desde donde tienes lo que se considera una de las mejores vistas 360º del mundo.
La tarde de Bariloche dio para dar un bonito paseo junto al lago, comprar algunas cosas y degustar algunos famosos chocolates de la zona. El lunes debiamos partir por la mañana rumbo San Martín de los Andes, que aunque apenas 200 kms más allá, sabíamos que nos llevaría varias horas por el camino que elegimos y por otras cosas más…
Después de despedirnos de Segundo, el botones del hotel, un hombre mayor pero de una educación exquisita y disposición absoluta, me quedé con las ganas de preguntarle si no descansaba nunca, por que siempre, fuese la hora que fuese, estaba por el hotel dispuesto a subirte la maleta, prepararte un café, ponerte una cerveza…montamos a Paca y Tola de nuevo camino de San Martín.
Sin duda la ruta elegida era la famosa de “Los 7 lagos”, que une ambos puntos. Esta ruta es un camino de ripio, que se torna a peor lleno de agujeros y barro especialmente sucio debido a las tormentas de los días anteriores, que se va retorciendo entre los numerosos lagos que apenas dejan hueco para que disfrutes de ellos junto con poblados bosques de altísimos árboles. Nos llevó varias horas alcanzar San Martín de los Andes, siendo una de las etapas que más hemos disfrutado de todo el viaje por nuestra condición de moteros de tierra y gravilla, pero te preguntas como se toman la gente local dos sitios tan importantes y vinculados al turismo y unidos por una ruta tan bonita pueda ser un destroza-coches, tardando 3-4h en llegar.
San Martín seguía manteniendo el habitual perfil que venimos viendo a lo largo de la ruta, unido a las peculiaridades de esta zona donde las construcciones con madera vista y con un toque muy característico de aquellas zonas donde se eskía, no en vano por aquí hay varias estaciones donde practicar deportes de nieve, apenas se encuentran a unos kilómetros de los Andes.
Durante la jornada del lunes con destino San Martín por “los 7 lagos” (aunque son algunos más), la moto venía perdiendo potencia especialmente en las subidas, donde era difícil pasarla de 70 kms/h. A estas alturas del viaje te das cuenta que la dureza de los caminos, ripio, barro, agua, gasolina de dudosa calidad en algunas zonas, hacen que el trabajo de estas máquinas sea llevado casi al límite. Algo le pasaba a Tola, y muy seguramente tenía que ver con la porquería acumulada en los filtros o, con un poco de mala suerte, los injectores estaban obstruídos (antes, con las motos de carburación, el problema era menor puesto que desmontando el carburador y limpiándolo, la moto volvía a estar perfecta. Los injectores, quizás más eficientes y ecológicos, son mucho más sensibles y complejos de limpiar).
Después de hablar con los chicos de Mariano para ver qué podíamos hacer, acordamos vaciar el tanque de la gasolina por completo (si, si, se hace como estais pensando: coge una gomita, chupa, y estate atento de que no te entre en la boca, por que os garantizo que sabe muuuuy mal…). Procedimos con la tarea, y “por las dudas” me di una vuelta para acabar por completo la Nafta que pudiera quedar sobrante. Esta medida haría que el motor aspirase absolutamente todo lo que quedaba en el depósito, y así pasara la porquería o agua que pudiera haberse filtrado y tema resuelto. Llenado el depósito de nuevo, me dirigí a la cuesta que había a la derecha de la gasolinera, pero Tola seguía igual…o peor y como por casualidad, se me cruzó un taller que decía ser oficial de Honda: “Hola, arreglan motos aquí?”, “Sí, sí, qué ocurre..” Después de la pertinente explicaciones y convencerle de que debía partir a la mañana siguiente, me emplazó a última hora de la tarde a pasar a recogerla.
Esto nos permitió disfrutar de un paseo por la tarde y volver al Tio Paco, un restaurante-Bar donde el día anterior habíamos conocido a Carolina, una camarera con marcado acento argentino con la quisimos cambiar papeles y mientras ella trataba de hablar castellano de España, yo le contestaba en argentino puro. Finalmente no se quien lo hacía peor…después de pagar la cuenta y antes de despedirnos de ella, un bic se deslizó sobre una servilleta de papel y me dió su…página web! Bueno, ya sé que no es el teléfono, pero algo es algo, y a estas alturas no nos podemos poner exigentes. De hecho no era ni su web, era la de su primo que organizaba rutas en moto por la zona. Por supuesto que como buen caballero mi mano la correspondió, pero para disgusto de Sabina tan solo fue debajo de la servilleta para escribirle mi…web, 30mps. Ay…yo quería dormir contigo pero me temo que tú querías dormir sola…
Pasadas las 20h me dirigí hacia el taller, esperando buenas noticias: “Ya está, limpiamos los filtros, el depósito, la bomba de la gasolina, los inyectores…” bueno, poco más y me llevaba una moto nueva. Después de pasar por caja y soltar 500 pesos (unos 90€), mi sonrisa de oreja a oreja iluminaba la zona mientras metía el contacto, botón de arranque, Tola volvía a rugir. Embrague, pata quitada, primera engranada…puño derecho a tope y…vamos Tolita, que tú sabes! Mi gozo en un pozo. Apenas pude subir media cuesta y regresar al taller pasados 3 minutos, ante la sorpresa de los dos chavales que estaban ya cerrando: “Sigue exactamente igual, o peor!”. “Vaya, pues no sé, vamos a revisarla de nuevo, no te preocupes que nos quedamos hasta que vaya bien, disculpa, ven mañana a primera hora y la tendrás perfecta”.
Borrada mi sonrisa solo me quedaba esperar a la mañana siguiente, pero algo me decía que no iría del todo bien. Me recibió el jefe del taller pasadas las 9h, pidiendo disculpas y argumentando que me la cogieron haciéndome un favor por que ellos se dedican a motores fueraborda Honda. “Sí, sí, gracias por el favor de devolvérmela 8h más tarde igual, pero yo con 500 pesos menos..” Me fuí a probarla y más o menos parecía que volvía a andar casi bien, aunque algo tenía raro, pero al menos podría llegar a Pucón ese día y luego a Bs As de vuelta. Nos despedimos después de que me rajaran un poco de Maradona, que si se levanta a las 13h todos los días, que si Messi con Argentina no hace nada…
Y pusimos rumbo a Pucón, Chile, ya de miércoles por la mañana. 200kms nos separaban de esa población al otro lado de los Andes, y nuestra idea era ir, volver y avanzar algo con respecto al trayecto hacia Bs As, puesto que no íbamos sobrados de tiempo. Pasamos la frontera, primero la Argentina, donde siempre tardan un poquito más en hacer los papeles, pero que me dió tiempo a discutir con el policía de turno, fiel a Boca Juniors, que el Pipita Higuaín (ex de River, ahora en el Madrid) era mejor que Riquelme…bueno, ya os imaginais el resto. Nos dirigimos a la frontera Chilena, dos sellos, “revisión” del equipaje (siempre registran todo por si llevas frutas o cosas así, pero con nosotros siempre se olvidan de hacerlo y nos preguntan sobre el viaje, y nos aconsejan zonas, etc…).
Llegar a Pucón de San Martín es como de Bariloche a San Martín, pero con más asfalto, el problema es que los 40 kms de ripio son verdaramente malos y divertidos, y siempre asomando el imperioso volcán Lanin entre las copas de los árboles, como si te vigilara durante todo el trayecto. Pucón sigue la estética similar a las poblaciones de los alrededores, y después de comer y hablar de algunos negocios con quien iba a visitar, pusimos rumbo de nuevo hacia Argentina. Eran casi las 17h, e íbamos muy retrasados. Pasamos de nuevo ambas fronteras poco antes de que cerraran por el día, que si Riquelme no va a ir al mundial, que si Maradona esto o lo otro…y el asfalto argentino dirección noreste nos abría el camino para hacer lo que esperábamos serían 3 jornadas de trámite hasta la capital, unos 1500 kms.
Pero Tola no iba bien, y no había ido bien en todo el camino. Paramos a comprar limpiador de inyectores en Junín de los Andes, muy cerquita de San Martín, y pasar la noche.
Sin más el jueves después de echar en el depósito de gasolina el limpiador, pusimos rumbo noreste, y esta vez sí que iba bien la moto. Mágico el limpiador, parecía que la suciedad que obstruía el inyector había desaparecido, y volábamos rumbo final de carrera, pero a los 200kms, de nuevo el motor parecía que no funcionaba, y la velocidad se redujo bastante. Afortunadamente Mariano tiene una sucursal de Motocare en Neuquén, ciudad que nos quedaba de paso pero no queríamos parar, así que decidimos acercarnos y ver como iba la moto previo relleno de más limpiador de inyectores. Si al llegar iba bien, seguiríamos, si no, nos temíamos una aburrida noche en esa ciudad, y más problemas para llegar a tiempo a Bs As el viernes.
Así que al llegar a Neuquén, y decidir buscar Motocare por si acaso, la moto dijo basta 3 calles antes. Era increíble lo que la pequeña había aguantado, y dió el DO de pecho para dejarnos a pie de taller, y desmayarse. Tocamos el timbre de la casa, y nos abrió Juan, el hijo de Carlos, socio de Mariano. “Mi papá no está, le llamo al móvil”. Después de contarle que ya habían llegado los españoles rompemotos, Carlos le pidió que me pasara el teléfono: “Miguel, cómo anda? Estoy en la cola para sacar entradas para Sabina esta noche, quieren que les saque?”. Ummm…”Por supuesto!” Ya que estabamos allí, algo podíamos hacer. Pocos minutos después pasó el mecánico a recoger la moto, Leandro, cuñado de Carlos, que corre en superbikes y es campeón de Argentina, un gran tipo, y una charla muy amena sobre Pedrosa, Lorenzo, Valentino…Carlos nos ofreció un pequeño apartamento que tiene en el jardín para pasar la noche, y darnos un baño en su piscina mientras su madre y su suegra compartían historias sobre el norte de Argentina, su belleza, el negocio de las cabañas de alquiler…sin duda el trato que recibimos en Neuquén por parte de Carlos y su gente fue muy acogedor y nos integró en la familia rápidamente.
“A las 21h pasa mi amigo Miguel por aquí para ir al concierto, estén preparados y vamos todos juntos”. Y así fue, llegamos a pie de concierto para esperar a Daniela, la mujer de Leandro, que se unía al concierto. Sabina én Argentina es casi como en España, lo adoran. Y hay dos formas de ir a ver a Sabina en Neuquén un 13 de febrero: una es ir solos, normal, como siempre, y otra es ir con la tía más impresionante de todo Neuquén. Así que cuando llegó (Daniela, recordad, es la mujer de Leandro, no seais groseros), nos fuimos en busca de nuestros asientos, y nos lo pasamos muy bien disfrutando de Sabina, él ya no está para muchos trotes y de vez en cuando deja que sus chicos se canten un par de ella mientras él se va a camerinos. Supongo que la vida de crápula que ha llevado hace que a sus 61 años cumplidos esa noche ya no esté para muchos trotes, pero hay que reconocer que es todo un artista, y nadie escribe letras como él.
Después del concierto, nos volvimos a dormir con la intención de madrugar y salir puesto que era muy tarde y no llegaríamos a Bs As en hora.
La moto se retrasó a lo largo de la mañana del viernes, Leandro la estaba dejando como nueva y el fallo era la bomba de la gasolina, que estaba muy sucia (sí, sí, la que habían limpiado los de Honda San Martín de los Andes…). Aun así, y después de limpiarla y probarla, la moto seguía sin andar, así que nos quedaban dos soluciones, o me llevaba otra moto, o le cambiábamos la bomba, y Mariano por teléfono autorizó la segunda opción. Casi después de comer y con la moto en perfecto estado (Gracias Leandro!) y en tiempo record, aún a 1200kms de la capital hicimos lo que pudimos. Dormimos el viernes en el pueblo General Acha, para el sábado, con nuestro habitual día de retraso, llegar a Buenos Aires después de 750kms en el día, y donde Juan (uno de los chicos de Mariano) nos esperaba con una cervecita fria, y un poco de asado.
Antes de coger el taxi que nos llevaría al hostal del centro, nos despedimos de nuestras fieles compañeras, después de 31 días con ellas, como el que se despide de un amor de verano, que sabes cuando empieza que no durará más allá de las ideales semanas de ocio, playa y amor, y que intuyes que es posible que ya no vuelvas a verte, pero que siempre recordarás.
El domingo disfrutamos de un paseo por San Telmo, donde nos hospedamos, y donde había una especie de rastro por todo el barrio, al estilo el de Madrid. Hoy, plaza de Mayo, Palermo, Cementerio de Recoleta…y poco más. Con los ojos húmedos por la pena de dejar un sitio donde he sido tan feliz, 30metrosporsegundo se despide de sudamérica. De momento y después de 10.000kms de motos con frio, lluvia, ripio, el cuerpo necesita un descanso. Y también los integrantes de la expedición, que se dirigen a rumbos distintos al menos durante un tiempo. Pedro volverá a España a descansar de mi y del viaje. Yo aprovecharé para subir un poco en dirección norte, hasta la República Dominica, para dar una vuelta a las ideas de negocios y formas de llevar a cabo algunas cosas en Argentina, y ordenarlas para un futuro muy próximo.
Por donde seguirá 30mps…quizás Cuba, o EEUU, o volver a Madrid antes de volar a Maldivas!!! Una de las razones para dejar mi trabajo y cambiar mi vida durante un tiempo, llevado a la práctica mediante la preparación de este viaje, pasaba por la idea de cambiar de aires, conocer otra gente, ver otros sitios, hablarles, escucharles, dsifrutarlos…era encontrar mi sitio. No tanto desde una forma material, más desde una forma conceptual y de conciencia. A veces, para caminar, necesitas pararte, dar un paso a la derecha (o a la izquierda, para que no se ofenda nadie…) y mirar el camino desde otra perspectiva. Yo me paré, dejé el camino que tenía, para mirarlo desde uno de sus lados, y sobretodo para mirar otros caminos. Estos pasaban por un viaje de varios meses, en que había varias etapas: Argentina/chile, EEUU, Maldivas, Europa…a veces basta con jugar la quiniela una vez para que te toque, o puedes pasarte toda la vida haciéndola y no ver un premio. Yo estuve mucho tiempo sin hacerla, y el día que decidí jugármelo todo, tuve la suerte de que me tocara el primer premio el primer día: Un país expectacular, con una gente humilde, agradable, hospitalaria, encantadora. Esto me ha abierto mucho la mente, tanto como para entender por donde quiero que siga mi vida, y sobretodo la gran pregunta de “de qué voy a vivir?”. Este viaje ha reforzado mis sospechas de qué es lo que no quiero hacer, y dado fortaleza para minimizar los condicionantes que nos hacen tomar decisiones a largo plazo, no voy a decir erróneas, pero al menos no fieles a nuestra condición de la persona que somos. Hace tiempo comenté en mi otro blog 365ideasdenegocio un artículo, donde reproducía un texto que decía que la línea que nos marcamos habitualmente es la de TENER-HACER-SER, cuando la realidad debe tender a ser la contrario. Nos preocupamos mucho por tener, en lugar de por SER, al menos yo. Estos últimos meses he tratado de entender un poco más quien soy, qué soy, para poder luego hacer y tener. Estas últimas semanas me han servido para darme cuenta de quien y qué SOY, y estoy preparado para dar el próximo paso al resto de cosas, con la mayor ilusión y fuerza del mundo.
Por donde seguir las próximas semanas, veremos. El cuerpo y la mente piden, y hay que concederles. Quizás otros países, quizás España, quizás preparar el negocio que ronda mi cabeza, y o quizás volver a Argentina. Dejemos que el destino haga su trabajo, y seguro que todo irá bien….
TO BE CONTINUED…
CIRCUITO CHICO, BARILOCHE
circuito chico, BARILOCHE
Los 200kms que separan Bariloche de San Martín de los Andes...
Vaciando el depósito de gasolina
SAN MARTIN DE LOS ANDES, ARGENTINA
VOLCÁN CAMINO DE PUCON, CHILE
DISFRUTAMOS MUCHO EN EL CONCIERTO DE SABINA, NEUQUEN, ARGENTINA
CON CARLOS DE MOTOCARE, NUESTRO GRAN ANFITRION EN NEUQUEN, ARGENTINA
ADIOS TOLA!
CON JUAN, DE MOTOCARE, DEVOLVIENDO LAS MOTOS
POR EL RASTRO DE SAN TELMO, BUENOS AIRES
PLAZA 25 DE MAYO, DONDE SE REUNEN CADA JUEVES LAS MADRES DE LOS DESAPARECIDOS
Posted: 15 Feb 2010 04:50 PM PST
Bariloche nos había recibido con una incesante lluvia. Estábamos a unos 1.600 kms de nuestro destino final, Buenos Aires, y a 6 días de llegar, pero con muchas cosas que ver entre medias. Después de nuestra reconfortante y habitual ducha después de llegar empapados al hotel el sábado por la noche, salimos a cenar algo rápido, la noche no daba para más puesto que a nuestro cansancio y la lluvia, se unía a estas horas un fuerte viento que nos invitaba a refugiarnos en nuestra guarida.
El domingo amaneció increíble, y cogimos nuestras motos para hacer lo que se llama el “circuito chico”, un recorrido alrededor de uno de los múltiples lagos que se encuentran en esta zona, entre árboles, mansiones y bonitas vistas. Apenas 50 kms que dan para pasar unas horas sin maletas ni kilómetros restantes, ni mapas que mirar. Algunas fotos aquí y allá, vistas preciosas y como no, una buena carne a la orilla del lago para celebrarlo. De vuelta al hotel, aun en el “circuito chico”, encontramos un telesilla que te sube a uno de los montes más altos en apenas unos minutos, desde donde tienes lo que se considera una de las mejores vistas 360º del mundo.
La tarde de Bariloche dio para dar un bonito paseo junto al lago, comprar algunas cosas y degustar algunos famosos chocolates de la zona. El lunes debiamos partir por la mañana rumbo San Martín de los Andes, que aunque apenas 200 kms más allá, sabíamos que nos llevaría varias horas por el camino que elegimos y por otras cosas más…
Después de despedirnos de Segundo, el botones del hotel, un hombre mayor pero de una educación exquisita y disposición absoluta, me quedé con las ganas de preguntarle si no descansaba nunca, por que siempre, fuese la hora que fuese, estaba por el hotel dispuesto a subirte la maleta, prepararte un café, ponerte una cerveza…montamos a Paca y Tola de nuevo camino de San Martín.
Sin duda la ruta elegida era la famosa de “Los 7 lagos”, que une ambos puntos. Esta ruta es un camino de ripio, que se torna a peor lleno de agujeros y barro especialmente sucio debido a las tormentas de los días anteriores, que se va retorciendo entre los numerosos lagos que apenas dejan hueco para que disfrutes de ellos junto con poblados bosques de altísimos árboles. Nos llevó varias horas alcanzar San Martín de los Andes, siendo una de las etapas que más hemos disfrutado de todo el viaje por nuestra condición de moteros de tierra y gravilla, pero te preguntas como se toman la gente local dos sitios tan importantes y vinculados al turismo y unidos por una ruta tan bonita pueda ser un destroza-coches, tardando 3-4h en llegar.
San Martín seguía manteniendo el habitual perfil que venimos viendo a lo largo de la ruta, unido a las peculiaridades de esta zona donde las construcciones con madera vista y con un toque muy característico de aquellas zonas donde se eskía, no en vano por aquí hay varias estaciones donde practicar deportes de nieve, apenas se encuentran a unos kilómetros de los Andes.
Durante la jornada del lunes con destino San Martín por “los 7 lagos” (aunque son algunos más), la moto venía perdiendo potencia especialmente en las subidas, donde era difícil pasarla de 70 kms/h. A estas alturas del viaje te das cuenta que la dureza de los caminos, ripio, barro, agua, gasolina de dudosa calidad en algunas zonas, hacen que el trabajo de estas máquinas sea llevado casi al límite. Algo le pasaba a Tola, y muy seguramente tenía que ver con la porquería acumulada en los filtros o, con un poco de mala suerte, los injectores estaban obstruídos (antes, con las motos de carburación, el problema era menor puesto que desmontando el carburador y limpiándolo, la moto volvía a estar perfecta. Los injectores, quizás más eficientes y ecológicos, son mucho más sensibles y complejos de limpiar).
Después de hablar con los chicos de Mariano para ver qué podíamos hacer, acordamos vaciar el tanque de la gasolina por completo (si, si, se hace como estais pensando: coge una gomita, chupa, y estate atento de que no te entre en la boca, por que os garantizo que sabe muuuuy mal…). Procedimos con la tarea, y “por las dudas” me di una vuelta para acabar por completo la Nafta que pudiera quedar sobrante. Esta medida haría que el motor aspirase absolutamente todo lo que quedaba en el depósito, y así pasara la porquería o agua que pudiera haberse filtrado y tema resuelto. Llenado el depósito de nuevo, me dirigí a la cuesta que había a la derecha de la gasolinera, pero Tola seguía igual…o peor y como por casualidad, se me cruzó un taller que decía ser oficial de Honda: “Hola, arreglan motos aquí?”, “Sí, sí, qué ocurre..” Después de la pertinente explicaciones y convencerle de que debía partir a la mañana siguiente, me emplazó a última hora de la tarde a pasar a recogerla.
Esto nos permitió disfrutar de un paseo por la tarde y volver al Tio Paco, un restaurante-Bar donde el día anterior habíamos conocido a Carolina, una camarera con marcado acento argentino con la quisimos cambiar papeles y mientras ella trataba de hablar castellano de España, yo le contestaba en argentino puro. Finalmente no se quien lo hacía peor…después de pagar la cuenta y antes de despedirnos de ella, un bic se deslizó sobre una servilleta de papel y me dió su…página web! Bueno, ya sé que no es el teléfono, pero algo es algo, y a estas alturas no nos podemos poner exigentes. De hecho no era ni su web, era la de su primo que organizaba rutas en moto por la zona. Por supuesto que como buen caballero mi mano la correspondió, pero para disgusto de Sabina tan solo fue debajo de la servilleta para escribirle mi…web, 30mps. Ay…yo quería dormir contigo pero me temo que tú querías dormir sola…
Pasadas las 20h me dirigí hacia el taller, esperando buenas noticias: “Ya está, limpiamos los filtros, el depósito, la bomba de la gasolina, los inyectores…” bueno, poco más y me llevaba una moto nueva. Después de pasar por caja y soltar 500 pesos (unos 90€), mi sonrisa de oreja a oreja iluminaba la zona mientras metía el contacto, botón de arranque, Tola volvía a rugir. Embrague, pata quitada, primera engranada…puño derecho a tope y…vamos Tolita, que tú sabes! Mi gozo en un pozo. Apenas pude subir media cuesta y regresar al taller pasados 3 minutos, ante la sorpresa de los dos chavales que estaban ya cerrando: “Sigue exactamente igual, o peor!”. “Vaya, pues no sé, vamos a revisarla de nuevo, no te preocupes que nos quedamos hasta que vaya bien, disculpa, ven mañana a primera hora y la tendrás perfecta”.
Borrada mi sonrisa solo me quedaba esperar a la mañana siguiente, pero algo me decía que no iría del todo bien. Me recibió el jefe del taller pasadas las 9h, pidiendo disculpas y argumentando que me la cogieron haciéndome un favor por que ellos se dedican a motores fueraborda Honda. “Sí, sí, gracias por el favor de devolvérmela 8h más tarde igual, pero yo con 500 pesos menos..” Me fuí a probarla y más o menos parecía que volvía a andar casi bien, aunque algo tenía raro, pero al menos podría llegar a Pucón ese día y luego a Bs As de vuelta. Nos despedimos después de que me rajaran un poco de Maradona, que si se levanta a las 13h todos los días, que si Messi con Argentina no hace nada…
Y pusimos rumbo a Pucón, Chile, ya de miércoles por la mañana. 200kms nos separaban de esa población al otro lado de los Andes, y nuestra idea era ir, volver y avanzar algo con respecto al trayecto hacia Bs As, puesto que no íbamos sobrados de tiempo. Pasamos la frontera, primero la Argentina, donde siempre tardan un poquito más en hacer los papeles, pero que me dió tiempo a discutir con el policía de turno, fiel a Boca Juniors, que el Pipita Higuaín (ex de River, ahora en el Madrid) era mejor que Riquelme…bueno, ya os imaginais el resto. Nos dirigimos a la frontera Chilena, dos sellos, “revisión” del equipaje (siempre registran todo por si llevas frutas o cosas así, pero con nosotros siempre se olvidan de hacerlo y nos preguntan sobre el viaje, y nos aconsejan zonas, etc…).
Llegar a Pucón de San Martín es como de Bariloche a San Martín, pero con más asfalto, el problema es que los 40 kms de ripio son verdaramente malos y divertidos, y siempre asomando el imperioso volcán Lanin entre las copas de los árboles, como si te vigilara durante todo el trayecto. Pucón sigue la estética similar a las poblaciones de los alrededores, y después de comer y hablar de algunos negocios con quien iba a visitar, pusimos rumbo de nuevo hacia Argentina. Eran casi las 17h, e íbamos muy retrasados. Pasamos de nuevo ambas fronteras poco antes de que cerraran por el día, que si Riquelme no va a ir al mundial, que si Maradona esto o lo otro…y el asfalto argentino dirección noreste nos abría el camino para hacer lo que esperábamos serían 3 jornadas de trámite hasta la capital, unos 1500 kms.
Pero Tola no iba bien, y no había ido bien en todo el camino. Paramos a comprar limpiador de inyectores en Junín de los Andes, muy cerquita de San Martín, y pasar la noche.
Sin más el jueves después de echar en el depósito de gasolina el limpiador, pusimos rumbo noreste, y esta vez sí que iba bien la moto. Mágico el limpiador, parecía que la suciedad que obstruía el inyector había desaparecido, y volábamos rumbo final de carrera, pero a los 200kms, de nuevo el motor parecía que no funcionaba, y la velocidad se redujo bastante. Afortunadamente Mariano tiene una sucursal de Motocare en Neuquén, ciudad que nos quedaba de paso pero no queríamos parar, así que decidimos acercarnos y ver como iba la moto previo relleno de más limpiador de inyectores. Si al llegar iba bien, seguiríamos, si no, nos temíamos una aburrida noche en esa ciudad, y más problemas para llegar a tiempo a Bs As el viernes.
Así que al llegar a Neuquén, y decidir buscar Motocare por si acaso, la moto dijo basta 3 calles antes. Era increíble lo que la pequeña había aguantado, y dió el DO de pecho para dejarnos a pie de taller, y desmayarse. Tocamos el timbre de la casa, y nos abrió Juan, el hijo de Carlos, socio de Mariano. “Mi papá no está, le llamo al móvil”. Después de contarle que ya habían llegado los españoles rompemotos, Carlos le pidió que me pasara el teléfono: “Miguel, cómo anda? Estoy en la cola para sacar entradas para Sabina esta noche, quieren que les saque?”. Ummm…”Por supuesto!” Ya que estabamos allí, algo podíamos hacer. Pocos minutos después pasó el mecánico a recoger la moto, Leandro, cuñado de Carlos, que corre en superbikes y es campeón de Argentina, un gran tipo, y una charla muy amena sobre Pedrosa, Lorenzo, Valentino…Carlos nos ofreció un pequeño apartamento que tiene en el jardín para pasar la noche, y darnos un baño en su piscina mientras su madre y su suegra compartían historias sobre el norte de Argentina, su belleza, el negocio de las cabañas de alquiler…sin duda el trato que recibimos en Neuquén por parte de Carlos y su gente fue muy acogedor y nos integró en la familia rápidamente.
“A las 21h pasa mi amigo Miguel por aquí para ir al concierto, estén preparados y vamos todos juntos”. Y así fue, llegamos a pie de concierto para esperar a Daniela, la mujer de Leandro, que se unía al concierto. Sabina én Argentina es casi como en España, lo adoran. Y hay dos formas de ir a ver a Sabina en Neuquén un 13 de febrero: una es ir solos, normal, como siempre, y otra es ir con la tía más impresionante de todo Neuquén. Así que cuando llegó (Daniela, recordad, es la mujer de Leandro, no seais groseros), nos fuimos en busca de nuestros asientos, y nos lo pasamos muy bien disfrutando de Sabina, él ya no está para muchos trotes y de vez en cuando deja que sus chicos se canten un par de ella mientras él se va a camerinos. Supongo que la vida de crápula que ha llevado hace que a sus 61 años cumplidos esa noche ya no esté para muchos trotes, pero hay que reconocer que es todo un artista, y nadie escribe letras como él.
Después del concierto, nos volvimos a dormir con la intención de madrugar y salir puesto que era muy tarde y no llegaríamos a Bs As en hora.
La moto se retrasó a lo largo de la mañana del viernes, Leandro la estaba dejando como nueva y el fallo era la bomba de la gasolina, que estaba muy sucia (sí, sí, la que habían limpiado los de Honda San Martín de los Andes…). Aun así, y después de limpiarla y probarla, la moto seguía sin andar, así que nos quedaban dos soluciones, o me llevaba otra moto, o le cambiábamos la bomba, y Mariano por teléfono autorizó la segunda opción. Casi después de comer y con la moto en perfecto estado (Gracias Leandro!) y en tiempo record, aún a 1200kms de la capital hicimos lo que pudimos. Dormimos el viernes en el pueblo General Acha, para el sábado, con nuestro habitual día de retraso, llegar a Buenos Aires después de 750kms en el día, y donde Juan (uno de los chicos de Mariano) nos esperaba con una cervecita fria, y un poco de asado.
Antes de coger el taxi que nos llevaría al hostal del centro, nos despedimos de nuestras fieles compañeras, después de 31 días con ellas, como el que se despide de un amor de verano, que sabes cuando empieza que no durará más allá de las ideales semanas de ocio, playa y amor, y que intuyes que es posible que ya no vuelvas a verte, pero que siempre recordarás.
El domingo disfrutamos de un paseo por San Telmo, donde nos hospedamos, y donde había una especie de rastro por todo el barrio, al estilo el de Madrid. Hoy, plaza de Mayo, Palermo, Cementerio de Recoleta…y poco más. Con los ojos húmedos por la pena de dejar un sitio donde he sido tan feliz, 30metrosporsegundo se despide de sudamérica. De momento y después de 10.000kms de motos con frio, lluvia, ripio, el cuerpo necesita un descanso. Y también los integrantes de la expedición, que se dirigen a rumbos distintos al menos durante un tiempo. Pedro volverá a España a descansar de mi y del viaje. Yo aprovecharé para subir un poco en dirección norte, hasta la República Dominica, para dar una vuelta a las ideas de negocios y formas de llevar a cabo algunas cosas en Argentina, y ordenarlas para un futuro muy próximo.
Por donde seguirá 30mps…quizás Cuba, o EEUU, o volver a Madrid antes de volar a Maldivas!!! Una de las razones para dejar mi trabajo y cambiar mi vida durante un tiempo, llevado a la práctica mediante la preparación de este viaje, pasaba por la idea de cambiar de aires, conocer otra gente, ver otros sitios, hablarles, escucharles, dsifrutarlos…era encontrar mi sitio. No tanto desde una forma material, más desde una forma conceptual y de conciencia. A veces, para caminar, necesitas pararte, dar un paso a la derecha (o a la izquierda, para que no se ofenda nadie…) y mirar el camino desde otra perspectiva. Yo me paré, dejé el camino que tenía, para mirarlo desde uno de sus lados, y sobretodo para mirar otros caminos. Estos pasaban por un viaje de varios meses, en que había varias etapas: Argentina/chile, EEUU, Maldivas, Europa…a veces basta con jugar la quiniela una vez para que te toque, o puedes pasarte toda la vida haciéndola y no ver un premio. Yo estuve mucho tiempo sin hacerla, y el día que decidí jugármelo todo, tuve la suerte de que me tocara el primer premio el primer día: Un país expectacular, con una gente humilde, agradable, hospitalaria, encantadora. Esto me ha abierto mucho la mente, tanto como para entender por donde quiero que siga mi vida, y sobretodo la gran pregunta de “de qué voy a vivir?”. Este viaje ha reforzado mis sospechas de qué es lo que no quiero hacer, y dado fortaleza para minimizar los condicionantes que nos hacen tomar decisiones a largo plazo, no voy a decir erróneas, pero al menos no fieles a nuestra condición de la persona que somos. Hace tiempo comenté en mi otro blog 365ideasdenegocio un artículo, donde reproducía un texto que decía que la línea que nos marcamos habitualmente es la de TENER-HACER-SER, cuando la realidad debe tender a ser la contrario. Nos preocupamos mucho por tener, en lugar de por SER, al menos yo. Estos últimos meses he tratado de entender un poco más quien soy, qué soy, para poder luego hacer y tener. Estas últimas semanas me han servido para darme cuenta de quien y qué SOY, y estoy preparado para dar el próximo paso al resto de cosas, con la mayor ilusión y fuerza del mundo.
Por donde seguir las próximas semanas, veremos. El cuerpo y la mente piden, y hay que concederles. Quizás otros países, quizás España, quizás preparar el negocio que ronda mi cabeza, y o quizás volver a Argentina. Dejemos que el destino haga su trabajo, y seguro que todo irá bien….
TO BE CONTINUED…
CIRCUITO CHICO, BARILOCHE
circuito chico, BARILOCHE
Los 200kms que separan Bariloche de San Martín de los Andes...
Vaciando el depósito de gasolina
SAN MARTIN DE LOS ANDES, ARGENTINA
VOLCÁN CAMINO DE PUCON, CHILE
DISFRUTAMOS MUCHO EN EL CONCIERTO DE SABINA, NEUQUEN, ARGENTINA
CON CARLOS DE MOTOCARE, NUESTRO GRAN ANFITRION EN NEUQUEN, ARGENTINA
ADIOS TOLA!
CON JUAN, DE MOTOCARE, DEVOLVIENDO LAS MOTOS
POR EL RASTRO DE SAN TELMO, BUENOS AIRES
PLAZA 25 DE MAYO, DONDE SE REUNEN CADA JUEVES LAS MADRES DE LOS DESAPARECIDOS
Davinia1300- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 366
Fecha de inscripción : 02/10/2009
- Mensaje n°38
Re: Viaje 30mps
Este sera un largo descanso para nosotros Miguel. Para vosotros me imagino que no.
Animo y a por Cuba o USA.
Animo y a por Cuba o USA.
ZANARKAND- Socio
- Cantidad de envíos : 7499
Fecha de inscripción : 07/08/2009
Edad : 45
Localización : Piera ciudad donde hay sequia
- Mensaje n°39
Re: Viaje 30mps
Que pena abandonar a las motos. Pero como dices miguel, es como un amor de verano
espero que el descanso sea corto. Y volvais rodar pronto!!!!
espero que el descanso sea corto. Y volvais rodar pronto!!!!
magodeoz- Mago Blanco
- Cantidad de envíos : 385
Fecha de inscripción : 07/08/2009
Localización : Gava tierra de esparragos
- Mensaje n°40
Re: Viaje 30mps
Magnifica cronica que me ha enganchado desde el primer dia,
Sentado comodamente en mi casa, bien arropado y con todas las comodidades que pueda tener
habeis conseguido por un instante ponerme en vuestra piel,
habeis conseguido que sintiera envidia sana
habeis consegido mas de una noche, que mi mujer se enojara por pasarme mas tiempo de lo devido en el ordenador ( pero se le pasa pronto )
En fin solo deciros Gracias por esos momentos.
V,ssssssssssss
Sentado comodamente en mi casa, bien arropado y con todas las comodidades que pueda tener
habeis conseguido por un instante ponerme en vuestra piel,
habeis conseguido que sintiera envidia sana
habeis consegido mas de una noche, que mi mujer se enojara por pasarme mas tiempo de lo devido en el ordenador ( pero se le pasa pronto )
En fin solo deciros Gracias por esos momentos.
V,ssssssssssss
Davinia1300- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 366
Fecha de inscripción : 02/10/2009
- Mensaje n°41
Re: Viaje 30mps
Rumbo Norte
Posted: 26 Feb 2010 10:07 PM PST
La salida de Argentina fue mojada y triste. Pedrín, Quilmes y yo matamos las últimas horas a pocos metros del Hostal disfrutando cual apóstoles de la última cena, mientras una tormenta de verano inundaba las calles de San Telmo, y probablemente las del resto de Buenos Aires. El lugar elegido era un típico café argentino que hace esquina entre dos calles estrechas y empedradas, con grandes ventanales de madera de esos que se abren hacia arriba desde los que ves a la gente correr de cornisa en cornisa y sorteando el salpique de los escasos coches al pisar los charcos, techos altos de los que cuelgan algunas lámparas antiguas cuyo tamaño no hace justicia a la escasa luz que dan. Nuestro último brindis se produjo pasada la media noche, a la espera del taxi que me llevaría al Aeropuerto para el vuelo que salía a las 3.17 de la madrugada. Pedro pernoctaría hasta la mañana siguiente, cuando tomaría su avión.
Despedirse no es fácil, te queda un extraño sentimiento de que algo acaba y, por extensión, algo empieza. Decía uno “mu listo” que La vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes, y así, mientras los planes iniciales se diluían ante el nuevo rumbo, a punto estuvo de cambiar de nuevo todo y tomar parte decisiva el cubano del Check-in en los mostradores de COPA airlines: “Tiene usted un billete de salida de la República Dominicana?”, intercaló el hombrecillo entre las múltiples preguntas que te hacen en esos mostradores mientras teclean un sinfín de cosas en el ordenador. “No señor, no tengo claro cuando abandonaré la isla”, respondí confiado. “No puedo dejarle embarcar, las autoridades dominicanas exigen que cualquier pasajero tenga un billete de regreso antes de entrar”. Aún con la confianza que tenía en que todo se solucionaría con una breve conversación y prometiéndole que en unos días me iría de Punta Cana, el empleado de la aerolínea insistió con mayor firmeza: “No puede embarcar. Son las normas. Cómo saben las autoridades dominicanas que usted no se quedará como inmigrante ilegal en su país?”. Reconozco que me apetecía esbozar una sonrisa, más aún, una fuerte carcajada ante la insinuación de mi compañero de discusión, pero contuve las palabras que rápidamente mi cerebro envió a mi boca cargado de adrenalina con cierto tono clasista y que rezaban algo como “usted cree que yo me quiero quedar de inmigrante ilegal en ese país?” cambiándolas por una razonada “y qué les hace pensar que teniendo un billete de avión no vaya a quedarme de igual modo?”. Ante la falta de recursos supongo que el manual de “cómo tratar a los pasajeros” de COPA Airlines dice algo así como “si me quedo sin recursos y pienso que es una estupidez lo que estoy diciendo, pero son las normas, vuelva a la frase inicial y repítala como un robot atascado”. Así que mis oídos escucharon cual eco “las autoridades dominicanas no permiten viajar sin billete de vuelta, y multarían a la aerolínea” (este final lo añadió cuando le dije que no se preocupara, que yo lidiaría con “las autoridades” al llegar a Punta Cana). Así que no tuve más remedio que en 14 minutos que me quedaban, a las 2 a.m. correr hacia el puesto de internet del aeropuerto, comprarme un billete a algún sitio y volver con la información para que estricto empleado me dejara embarcar.
R.Dominicana….CUBA! Están cerquita, seguro que es barato…400€, no me lo creo…veamos Miami…180€…ummm me quedan 4 minutos, estoy a 3 corriendo hasta el mostrador del Check-in…Será Miami….Murphy se frotaba sus manos al ver que una vez más una de sus leyes estaba cumpliéndose, pero algún despiste debió de tener para que en el último paso de la compra Barceló Viajes me pusiera el bonito mensaje(que en otro momento nos hubiera sacado de nuestras casillas a todos) de : Por motivos de seguridad debe usted hacer una trasferencia por la cantidad a la cuenta blablablá…no es posible cobrarle con tarjeta, pero su reserva está formalizada durante 48h, a la espera de recibir la transferencia. En ese momento pasaremos a cancelarla”. Increíblemente conseguí imprimir el nuevo billete, recortando la parte donde decía esta advertencia, y mostrando in extremis a mi buen amigo la parte del nuevo billete adquirido de salida de dominicana. Al final no pagué el billete, claro; Murphy, esta vez te he ganado, pero seguro que nos veremos en otra.
Todo en orden, pude embarcar dirección Punta Cana, donde me “esperaban” mi prima Belén y su contrario, Pablo, (espero que ambos hayáis notado las comillas en “esperaban” jejeje) para disfrutar de unos días de relax en su casa, el entorno perfecto para relajar mi dolida espalda y disfrutar de su piscina mientras mi cabeza y mi portátil le daban vueltas a algunas de las ideas a poner en marcha en los próximos meses. Punta Cana es un destino perfecto en esta época del año, donde siendo pleno invierno las temperaturas rondan los 28 grados por el día, bajando un poco durante la noche, lo cual puedes disfrutar de todo a temperaturas razonables. Además el hecho de no venir a un “todo incluido” como es natural aquí, te hace ver esto de otra manera. Esta gente gana poco, muy poco, y esto contrasta con las barbaridades de hoteles que hay a lo largo de toda la costa, donde el capitalismo viene a descansar. Y no sabes si nos aprovechamos de esta gente ante sus baratos permisos de construcción, y su casi regalada mano de obra para tirarnos una semana con todo incluido por 700 u 800€ o en realidad esas cifras son las que hacen que haya cientos de hoteles y miles de turistas cada semana dispuestos a venir aquí y por consiguiente generar miles de puestos de trabajo. Les estamos explotando, o les ayudamos a subsistir? Todo depende de según como se mire decía aquel…
Muchas anécdotas te van surgiendo en un sitio donde la mezcla de gente que gana en un mes lo que nosotros nos gastamos en una cena. Ponerte una multa por no llevar el cinturón de seguridad en el coche en una zona que no se podía ir a más de 40km/h mientras te están pasando numerosas motos destartaladas de gente local sin luz, sin casco, y con 3 ó 4 personas sobre ellas, además de un bebé colgando del brazo del conductor cual saco de patatas…
Y así, después de retomar fuerzas donde me han tratado a cuerpo de rey durante unos días, estoy a dos horas de aterrizar en Atlanta, EEUU, para agotar las últimas semanas de esta parte del viaje antes de la tan esperada semana de buceo en Maldivas. Veremos lo que la tierra de las oportunidades tiene que ofrecer, donde también tuve la suerte de vivir una temporada y donde solo escuchar el acento americano mi sonrisa aparece al instante. Tres semanas por los United States of America, let´s Go!
Tratando de resumir de la A a la Z estas últimas semanas, y cual roscón final de pasalacabra, dabalabrala, pasaladabra o como se diga…
A: Argentina, sin palabras
B: Bife, en Buenos Aires, Bariloche, o dónde sea!
C: Calafate y su Perito Moreno, majestuoso
D: Darío, nuestro primer samaritano
E: España, dónde todo empezó
F: Fronteras Chilena-Argentina, una y otra vez…
G: Gaucho, el cowboy sudamericano!
H: Hostels, Hosterías…la mejor solución para descansar!
I: Ilusión, siempre
J:Joder! (qué calor, qué frio, que mierda, que guay…)
K: Kms…casi 10.000!
L: Lobos Marinos, lo único con lo que conseguimos bailar
M: Motocare, Mariano y sus chicos, siempre atentos.
N: Nafta, el alimento de Paca y Tola.
O: Obi-wan Kenobi, la fuerza que nos acompañó.
P: Pedrín y Provoletas, algo inseparable.
Q: Quilmes, la Nafta de los pilotos.
R: Ripio, nuestro peor y más divertido compañero de aventuras.
S: Sabina, el invitado sorpresa.
T: Torres del Paine, espectacular espectáculo chileno.
U: Ushuaia, el fin del mundo.
V: Viento, nuestro otro peor y no divertido fiel compañero.
W: WI-FI, por todos lados, siempre conectados.
X: Xenon, las luces que más de una vez echamos de menos…
Y: “Y ahora qué?” Cuantas veces nos lo preguntamos…
Z: Zorros, que se jugaban la vida cruzando el asfalto delante de las motos.
Miguel
Posted: 26 Feb 2010 10:07 PM PST
La salida de Argentina fue mojada y triste. Pedrín, Quilmes y yo matamos las últimas horas a pocos metros del Hostal disfrutando cual apóstoles de la última cena, mientras una tormenta de verano inundaba las calles de San Telmo, y probablemente las del resto de Buenos Aires. El lugar elegido era un típico café argentino que hace esquina entre dos calles estrechas y empedradas, con grandes ventanales de madera de esos que se abren hacia arriba desde los que ves a la gente correr de cornisa en cornisa y sorteando el salpique de los escasos coches al pisar los charcos, techos altos de los que cuelgan algunas lámparas antiguas cuyo tamaño no hace justicia a la escasa luz que dan. Nuestro último brindis se produjo pasada la media noche, a la espera del taxi que me llevaría al Aeropuerto para el vuelo que salía a las 3.17 de la madrugada. Pedro pernoctaría hasta la mañana siguiente, cuando tomaría su avión.
Despedirse no es fácil, te queda un extraño sentimiento de que algo acaba y, por extensión, algo empieza. Decía uno “mu listo” que La vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes, y así, mientras los planes iniciales se diluían ante el nuevo rumbo, a punto estuvo de cambiar de nuevo todo y tomar parte decisiva el cubano del Check-in en los mostradores de COPA airlines: “Tiene usted un billete de salida de la República Dominicana?”, intercaló el hombrecillo entre las múltiples preguntas que te hacen en esos mostradores mientras teclean un sinfín de cosas en el ordenador. “No señor, no tengo claro cuando abandonaré la isla”, respondí confiado. “No puedo dejarle embarcar, las autoridades dominicanas exigen que cualquier pasajero tenga un billete de regreso antes de entrar”. Aún con la confianza que tenía en que todo se solucionaría con una breve conversación y prometiéndole que en unos días me iría de Punta Cana, el empleado de la aerolínea insistió con mayor firmeza: “No puede embarcar. Son las normas. Cómo saben las autoridades dominicanas que usted no se quedará como inmigrante ilegal en su país?”. Reconozco que me apetecía esbozar una sonrisa, más aún, una fuerte carcajada ante la insinuación de mi compañero de discusión, pero contuve las palabras que rápidamente mi cerebro envió a mi boca cargado de adrenalina con cierto tono clasista y que rezaban algo como “usted cree que yo me quiero quedar de inmigrante ilegal en ese país?” cambiándolas por una razonada “y qué les hace pensar que teniendo un billete de avión no vaya a quedarme de igual modo?”. Ante la falta de recursos supongo que el manual de “cómo tratar a los pasajeros” de COPA Airlines dice algo así como “si me quedo sin recursos y pienso que es una estupidez lo que estoy diciendo, pero son las normas, vuelva a la frase inicial y repítala como un robot atascado”. Así que mis oídos escucharon cual eco “las autoridades dominicanas no permiten viajar sin billete de vuelta, y multarían a la aerolínea” (este final lo añadió cuando le dije que no se preocupara, que yo lidiaría con “las autoridades” al llegar a Punta Cana). Así que no tuve más remedio que en 14 minutos que me quedaban, a las 2 a.m. correr hacia el puesto de internet del aeropuerto, comprarme un billete a algún sitio y volver con la información para que estricto empleado me dejara embarcar.
R.Dominicana….CUBA! Están cerquita, seguro que es barato…400€, no me lo creo…veamos Miami…180€…ummm me quedan 4 minutos, estoy a 3 corriendo hasta el mostrador del Check-in…Será Miami….Murphy se frotaba sus manos al ver que una vez más una de sus leyes estaba cumpliéndose, pero algún despiste debió de tener para que en el último paso de la compra Barceló Viajes me pusiera el bonito mensaje(que en otro momento nos hubiera sacado de nuestras casillas a todos) de : Por motivos de seguridad debe usted hacer una trasferencia por la cantidad a la cuenta blablablá…no es posible cobrarle con tarjeta, pero su reserva está formalizada durante 48h, a la espera de recibir la transferencia. En ese momento pasaremos a cancelarla”. Increíblemente conseguí imprimir el nuevo billete, recortando la parte donde decía esta advertencia, y mostrando in extremis a mi buen amigo la parte del nuevo billete adquirido de salida de dominicana. Al final no pagué el billete, claro; Murphy, esta vez te he ganado, pero seguro que nos veremos en otra.
Todo en orden, pude embarcar dirección Punta Cana, donde me “esperaban” mi prima Belén y su contrario, Pablo, (espero que ambos hayáis notado las comillas en “esperaban” jejeje) para disfrutar de unos días de relax en su casa, el entorno perfecto para relajar mi dolida espalda y disfrutar de su piscina mientras mi cabeza y mi portátil le daban vueltas a algunas de las ideas a poner en marcha en los próximos meses. Punta Cana es un destino perfecto en esta época del año, donde siendo pleno invierno las temperaturas rondan los 28 grados por el día, bajando un poco durante la noche, lo cual puedes disfrutar de todo a temperaturas razonables. Además el hecho de no venir a un “todo incluido” como es natural aquí, te hace ver esto de otra manera. Esta gente gana poco, muy poco, y esto contrasta con las barbaridades de hoteles que hay a lo largo de toda la costa, donde el capitalismo viene a descansar. Y no sabes si nos aprovechamos de esta gente ante sus baratos permisos de construcción, y su casi regalada mano de obra para tirarnos una semana con todo incluido por 700 u 800€ o en realidad esas cifras son las que hacen que haya cientos de hoteles y miles de turistas cada semana dispuestos a venir aquí y por consiguiente generar miles de puestos de trabajo. Les estamos explotando, o les ayudamos a subsistir? Todo depende de según como se mire decía aquel…
Muchas anécdotas te van surgiendo en un sitio donde la mezcla de gente que gana en un mes lo que nosotros nos gastamos en una cena. Ponerte una multa por no llevar el cinturón de seguridad en el coche en una zona que no se podía ir a más de 40km/h mientras te están pasando numerosas motos destartaladas de gente local sin luz, sin casco, y con 3 ó 4 personas sobre ellas, además de un bebé colgando del brazo del conductor cual saco de patatas…
Y así, después de retomar fuerzas donde me han tratado a cuerpo de rey durante unos días, estoy a dos horas de aterrizar en Atlanta, EEUU, para agotar las últimas semanas de esta parte del viaje antes de la tan esperada semana de buceo en Maldivas. Veremos lo que la tierra de las oportunidades tiene que ofrecer, donde también tuve la suerte de vivir una temporada y donde solo escuchar el acento americano mi sonrisa aparece al instante. Tres semanas por los United States of America, let´s Go!
Tratando de resumir de la A a la Z estas últimas semanas, y cual roscón final de pasalacabra, dabalabrala, pasaladabra o como se diga…
A: Argentina, sin palabras
B: Bife, en Buenos Aires, Bariloche, o dónde sea!
C: Calafate y su Perito Moreno, majestuoso
D: Darío, nuestro primer samaritano
E: España, dónde todo empezó
F: Fronteras Chilena-Argentina, una y otra vez…
G: Gaucho, el cowboy sudamericano!
H: Hostels, Hosterías…la mejor solución para descansar!
I: Ilusión, siempre
J:Joder! (qué calor, qué frio, que mierda, que guay…)
K: Kms…casi 10.000!
L: Lobos Marinos, lo único con lo que conseguimos bailar
M: Motocare, Mariano y sus chicos, siempre atentos.
N: Nafta, el alimento de Paca y Tola.
O: Obi-wan Kenobi, la fuerza que nos acompañó.
P: Pedrín y Provoletas, algo inseparable.
Q: Quilmes, la Nafta de los pilotos.
R: Ripio, nuestro peor y más divertido compañero de aventuras.
S: Sabina, el invitado sorpresa.
T: Torres del Paine, espectacular espectáculo chileno.
U: Ushuaia, el fin del mundo.
V: Viento, nuestro otro peor y no divertido fiel compañero.
W: WI-FI, por todos lados, siempre conectados.
X: Xenon, las luces que más de una vez echamos de menos…
Y: “Y ahora qué?” Cuantas veces nos lo preguntamos…
Z: Zorros, que se jugaban la vida cruzando el asfalto delante de las motos.
Miguel
Davinia1300- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 366
Fecha de inscripción : 02/10/2009
- Mensaje n°42
Re: Viaje 30mps
¡Bueno cuanto calavera!
wassa- LUKY STRIKE
- Cantidad de envíos : 1665
Fecha de inscripción : 10/08/2009
Edad : 52
Localización : vallbona d´anoia butifarra city
- Mensaje n°43
Re: Viaje 30mps
ya te digo al mas puro estilo usa jejejeje
ZANARKAND- Socio
- Cantidad de envíos : 7499
Fecha de inscripción : 07/08/2009
Edad : 45
Localización : Piera ciudad donde hay sequia
- Mensaje n°44
Re: Viaje 30mps
jejeje Mola la Harley. Venga Miguel k tengo ganas k cruceis ya USA!!
Davinia1300- Exiliado pero Peligroso
- Cantidad de envíos : 366
Fecha de inscripción : 02/10/2009
- Mensaje n°45
Re: Viaje 30mps
Posted: 18 Mar 2010 03:48 AM PDT
La Vanguardia ha querido añadir a su sección de Fotoatlas a nuestro blog 30 metros por segundo, os dejo el link: http://www.lavanguardia.es/lv24h/20100318/53898607092.html
La Vanguardia ha querido añadir a su sección de Fotoatlas a nuestro blog 30 metros por segundo, os dejo el link: http://www.lavanguardia.es/lv24h/20100318/53898607092.html